Sociedad

Familias ante la Ley Trans

Ante la aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de la conocida como Ley Trans, desde la Agrupación Amanda queremos manifestar lo siguiente:

     El proceso de tramitación de esta ley se está realizando sin el necesario debate científico y social y sin que la opinión pública conozca el detalle del contenido de la ley. La defensa de este proyecto de ley se basa en ideas genéricas en torno a los Derechos Humanos -sin llegar a clarificarse qué Derechos Humanos no tienen actualmente las personas trans en nuestro país- y sin que gran parte de quienes se declaran a favor del proyecto de ley conozcan sus implicaciones reales en la vida y salud de miles de personas y sus familias.

     El proyecto de ley aprobado en el día de hoy no responde a las necesidades reales de menores y jóvenes con incongruencia de género y adolece de un enfoque poco prudente -defendido por el transactivismo- y acientífico en relación a la protección de la salud de menores y jóvenes, en especial en lo relativo al fenómeno de contagio social conocido como Disforia de Género de Inicio Rápido. Éste está afectando a adolescentes y jóvenes neurodivergentes y/o con malestares psicológicos debidos a cuestiones como abuso sexual, bullying o racismo, etc. Se trata de adolescentes y jóvenes con dificultades de encaje social que jamás han manifestado disconformidad con su sexo biológico y que, de pronto, se autoidentifican como “trans”. En palabras del Dr. Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, “Hay una eclosión de adolescentes que resuelven sus crisis asumiendo que son trans” (La Nueva España, 27/02/2022).

     Actualmente el abordaje que se realiza en el ámbito sanitario y educativo es afirmativo en todos los casos de acuerdo con los protocolos y leyes autonómicas, y el acceso a tratamientos hormonales o quirúrgicos no requiere de evaluación previa: se asume como cierta la autoidentificación de género, aun cuando existan indicadores de problemáticas que pueden estar incidiendo en esta autoidentificación. Es más, el apoyo psicológico es opcional en las unidades de tratamiento, por lo que se están prescribiendo hormonas de sexo cruzado a las y los adolescentes y jóvenes sin haber analizado el origen de su malestar. Esta dramática situación actual va a ser refrendada por el proyecto de ley estatal.

     La incidencia de este fenómeno entre las y los adolescentes y jóvenes es alarmante: en países de nuestro entorno se han detectado aumentos en las peticiones a las unidades de tratamiento de la identidad de género de varios miles por ciento en pocos años. En España no hay datos oficiales, se pretende legislar sin un análisis previo de la realidad. Las autoridades autonómicas y estatales tienen acceso a los datos de incremento que, desde Agrupación AMANDA, consideramos que deben hacerse públicos y que deben ser analizados antes de seguir adelante con la aprobación de leyes que ponen en riesgo la salud y la integridad de las y los adolescentes y jóvenes, al promover como única opción ante su malestar la hormonación y la cirugía. Las consecuencias de estos tratamientos son daños irreversibles y la aparición del fenómeno de arrepentimiento, que crece de forma exponencial y sobre el cual se puede consultar el subreddit r/detrans en reddit, que acumula más de 35.000 testimonios de destransicionadores.

     Países de nuestro entorno, como Suecia, Finlandia, Noruega y Reino Unido, que hace años legislaron en el sentido que ahora pretende hacerlo nuestro país, ya han analizado la información disponible sobre este fenómeno y han decidido suspender y prohibir los tratamientos hormonales y quirúrgicos a menores de 18 años, en el caso de Finlandia a menores de 25 años, por entender que las personas necesitan madurar antes de adoptar decisiones que tendrán consencuencias irreversibles no solo en su aspecto externo, sino también por los riesgos para la salud de la medicación y la cirugía por tratarse de tratamientos experimentales. De igual modo, han incorporado a sus protocolos la espera vigilante y la terapia psicológica exploratoria del origen del malestar como primeros pasos en el tratamiento, de acuerdo con los principios de la ética médica.

     Sin embargo, en contra de la tendencia internacional, basada en criterios científicos, el proyecto de ley española:

     Prohíbe cualquier acercamiento al malestar de menores y jóvenes que cuestione el origen del mismo, considerando que la terapia psicológica que no sea transafirmativa es terapia de conversión. Desde Agrupación AMANDA condenamos las terapias de conversión o aversivas de la orientación sexual de la persona, que nada tienen que ver con las terapias psicológicas que buscan explorar el origen del malestar de menores y jóvenes con su cuerpo, con el objetivo de que la transición social y médica se realice sólo en aquellos casos en que sea el camino para el bienestar de la persona.

     Pone en peligro la patria potestad de padres y madres que buscamos acompañar de forma prudente y respetuosa a nuestros hijos e hijas, al considerar que la no afirmación inmediata de la nueva identidad de género supone un indicador de desprotección de los menores de edad por parte de sus padres, pudiendo llegar a ser causa de pérdida de la tutela.

     Establece que cualquier cuestionamiento por parte de los profesionales de la autoidentificación de género de la persona puede ser condenado administrativamente como delito de odio, con elevadas multas e inhabilitación profesional. ¿Cómo va a ser posible en este contexto que los profesionales evalúen objetivamente cuál es el interés superior del menor o el mejor tratamiento para cada persona que atienden?

     Introduce el desarrollo en centros educativos de contenidos acientíficos, contrarios a la biología, en torno a sexo y género, y contrarios a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y al respeto a las diversas orientaciones sexuales. al utilizar rancios estereotipos sexistas como indicadores de identidad trans. Por ejemplo, si una chica es lesbiana o le gusta jugar al fútbol, los educadores tendrán que contemplar la posibilidad de que sea trans.

     No toma en consideración la necesidad de garantizar que el consentimiento informado ante estos tratamientos médicos experimentales no se encuentre viciado, en especial en menores, personas con problemas de salud mental y/o discapacidad.

     Paradójicamente, no sólo no atiende adecuadamente a las necesidades de adolescentes y jóvenes que presentan disforia de género de inicio rápido, sino que no aborda algunos aspectos fundamentales de la atención a las personas con situación estable de transexualidad, tales como el seguimiento terapéutico a medio/largo plazo.

     España tiene la oportunidad de ser realmente pionera en el abordaje de un fenómeno que afecta a la adolescencia y la juventud de las sociedades occidentales, evitando así una generación dañada de forma irreversible, privada de salud sexual y reproductiva, puesto que los tratamientos hormonales y quirúrgicos privarán, a quienes se someten a ellos, de placer sexual y les convertirá en adultos estériles. No queremos que, dentro de unos años, una vez superada la difícil etapa de la adolescencia, nuestras hijas e hijos descubran que sus familias y la sociedad les fallaron, dañándoles de forma irreversible al aceptar que, a diferencia de cualquier otra circunstancia sanitaria o jurídica, ellas sí podían realizar una autoidentificación de disforia y decidir libremente sus propios tratamientos sin respaldo científico: bloqueadores de la pubertad, hormonación cruzada y cirugía. Y que sus madres y padres no pudieron impedirlo bajo amenaza de perder su tutela.

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