Sociedad

Las redes sociales, una fuente de confort emocional durante la pandemia

Un estudio de la UOC ha analizado los rasgos psicológicos y los cambios de perspectiva sobre el presente de los usuarios de la red social china WeChat durante la crisis de la covid

Las personas con características narcisistas y con una visión hedonista de la vida y optimista respecto al futuro obtuvieron una mayor recompensa emocional de su participación virtual

El distanciamiento físico provocado por la pandemia de la covid tuvo un importante impacto psicológico en la población y también en el uso de las redes sociales virtuales. Un estudio del grupo de investigación Digital Business Research Group (DigiBiz) de la UOC, en colaboración con investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Nanjing y la Universidad de Guizhou (China), ha analizado el efecto de los rasgos psicológicos y de los cambios de perspectiva sobre el presente en el comportamiento de los usuarios de la red social WeChat durante la pandemia. Los resultados muestran que la visión que estas personas se habían formado sobre su futuro se vio perturbada durante este periodo, y eso condujo a una mejora de la calidad de las interacciones con otras personas a través de los medios sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, que se convirtieron en una fuente de confort emocional.

"La posibilidad de caer muy enfermos de covid o, incluso, de morir llevó a muchas personas a considerar que su futuro era mucho más difícil de prever. A su vez, esta incertidumbre las hizo mucho más propensas a exponerse a experiencias personales altamente inmersivas en los medios sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, de modo que se abrieron a otras personas usuarias de estas plataformas y compartieron informaciones muy personales", explica Inma Rodríguez-Ardura, catedrática de Marketing Digital de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y directora del DigiBiz, que ha participado en esta investigación junto con el profesor Antoni Meseguer-Artola, catedrático de Métodos Cuantitativos Aplicados a la Economía y Empresa de los mismos estudios.

Hedonismo y confianza en el futuro

La investigación ha partido del análisis de las características psicológicas y el comportamiento virtual de 516 usuarios de WeChat, una plataforma china con 1,2 billones de usuarios que es al mismo tiempo un medio social, una aplicación de mensajería instantánea y un medio de pago. "Estos aspectos psicológicos tienen que ver con los rasgos de personalidad narcisistas que pueden tener las personas, como también con el hecho de que vean el presente de un modo hedonista -y por eso intenten que sus acciones les proporcionen gratificaciones inmediatas, nuevas sensaciones y experiencias únicas-, o tiendan a tener en cuenta las consecuencias futuras de sus acciones y, por lo tanto, planifiquen su futuro y trabajen duro en el presente para conseguir más adelante lo que se han propuesto", explica Inma Rodríguez-Ardura.

Según los resultados del estudio, cuando se activa esta percepción hedonista del tiempo, los individuos están más dispuestos a participar en las redes sociales y a disfrutar de estas actividades, de forma que son más proclives a sincerarse con otras personas. "Esto sucede porque el uso de estas plataformas puede proporcionar el confort emocional que necesitan cuando consideran que sus horizontes temporales de vida se recortan y, consecuentemente, dan más importancia a conseguir gratificaciones emocionales en el presente", argumenta la investigadora.

De este modo, según el nuevo estudio, el hecho de centrarse en el "aquí y ahora" y de confiar en la influencia del comportamiento presente para tener un futuro mejor es útil para hacer frente a una emergencia pública como la pandemia de la covid, que implica conseguir regular las propias emociones y mantener el estado de ánimo, en este caso, a través de las redes sociales virtuales.

La función de los rasgos narcisistas

La investigación también demuestra la influencia de los rasgos narcisistas en este comportamiento en las redes sociales, puesto que ha encontrado una relación causal directa entre esta característica psicológica y la tendencia a compartir estados emocionales y otra información íntima de los usuarios a través de WeChat. Por lo tanto, este aspecto de la personalidad ayudaría a desencadenar un comportamiento propicio para mantener el bienestar emocional de las personas en los momentos de emergencia sanitaria.

Según los investigadores, estos resultados también pueden servir para entender mejor "la función y el significado de los rasgos narcisistas en entornos duros", como los provocados en las fases más graves de la pandemia.

El impacto de la experiencia inmersiva

El estudio muestra que las experiencias inmersivas que proporcionan confort emocional tienen unas características únicas, puesto que, en palabras de Inma Rodríguez-Ardura, son capaces de "generar la sensación entre las personas usuarias de que realmente se encuentran en el entorno o contexto creado por la tecnología y en companía de otras personas también reales".

Según los investigadores, esta constatación puede ser "muy útil" para todas las organizaciones, públicas y privadas, que quieran ayudar a las personas a combatir los efectos negativos de la pandemia en su interpretación del futuro y en las relaciones sociales, puesto que estos espacios virtuales podrían convertirse en un contexto alternativo en el que reconstruir sus redes sociales y obtener gratificaciones cuando tengan que cumplir con pautas de distanciamiento social.

Además, los autores destacan que los resultados también pueden tener implicaciones para las empresas y los establecimientos comerciales que se propongan potenciar sus canales de interacción con los consumidores. Por ejemplo, podrían impulsar iniciativas para adaptar los servicios de redes sociales virtuales y la tecnología inmersiva según el perfil y la motivación de los usuarios, u organizar grupos específicos de WeChat para facilitar que los usuarios puedan compartir sentimientos, experiencias, comportamientos y planes y experiencias de consumo.

Esta investigación de la UOC favorece el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 3, salud y bienestar.

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