Murcia, al igual que toda España y el resto del mundo occidental, vive bajo unos índices alarmantes en lo que a la prevalencia de enfermedades psiquiátricas como la ansiedad o la depresión se refiere. En muchos casos, estos trastornos requieren de tratamiento especializado. Sin embargo, la incorporación de hábitos saludables en el día a día, como el uso de la bicicleta, pueden ayudar a combatir este tipo de dolencias.

El problema de los trastornos mentales

Hay que tener clara una cosa: una de las grandes pandemias del siglo XXI es la de las enfermedades mentales. Silenciosas y poco atendidas por medios y por expertos, están generando la aparición de grandes bolsas de población marcadas por la depresión o la ansiedad. Algunas de sus causas están ya bien definidas, destacando las siguientes:

• Sedentarismo
• Alto nivel de estrés laboral
• Falta de tiempo para llevar una vida social satisfactoria

La combinación de todos estos factores no implica de por sí el desarrollo de una depresión, pero sí que hacen que se dé el caldo de cultivo idóneo para que estos trastornos aparezcan con mayor rapidez. Por este motivo, es necesario encontrar remedios eficaces con premura.

No obstante, no hay que olvidar que siempre se debe comenzar por acudir a profesionales de la salud mental, ya que son ellos los que mejor van a poder aportar un diagnóstico eficaz y un tratamiento adecuado para cada caso.

Ciclismo para socializar

La actividad física, siempre que no exista alguna condición previa que lo desaconseje, es algo que cualquier especialista en salud mental va a recomendar. Y es aquí donde la bicicleta tiene mucho que decir, ya que se trata de una disciplina que parece hecha justamente para echar una mano a las personas con trastornos psicológicos.

Entre las muchas ventajas del ciclismo destaca que se puede combinar perfectamente con otros deportes, como sucede en las prácticas de triatlón y en otras similares. Y a esta versatilidad se le suma el hecho de que este deporte invita a ser practicado en grupo. Así, el decidirse a salir con la bici fomenta la realización de una actividad lúdica en compañía de otros.

La socialización es fundamental para combatir los trastornos mentales a los que nos hemos referido antes. De ahí que el poder llevar a cabo una actividad física en grandes grupos, como puede hacerse con el ciclismo, sea ideal para sobrellevar algunos de los peores síntomas de estas enfermedades.

El ciclismo y la química del cerebro: una rutina para dejar atrás los problemas

Los beneficios psicológicos de montar en bicicleta no se ciñen solo a la ampliación del círculo social, sino que este deporte tiene mucho que ver en la mejora de la salud a muchos niveles.

Por ejemplo, la química cerebral puede verse reforzada. En este sentido, hay que tener en cuenta que un trastorno como la depresión tiene una base fisiológica fundamental que se encuentra en los desequilibrios de algunas sustancias como la serotonina

Pues bien, la práctica regular de ciclismo ha demostrado ser de gran ayuda para alcanzar cierto equilibrio. En gran medida, esto se debe a que el cerebro recibe una alta inyección de endorfinas que aumentan los niveles de satisfacción y placer en general, lo que disipa de forma segura algunos de los peores síntomas de la depresión.

Asimismo, para poder aprovechar los beneficios del deporte, es necesario que este se transforme en una práctica habitual. Por ello, debe realizarse al menos una vez a la semana. De esta manera, es posible entrar en contacto con más personas de manera continuada y se saca mayor partido a todos los beneficios físicos que aporta.

En definitiva, el ciclismo, ya se practique como afición o en competición, se muestra como un medio idóneo y eficiente para luchar contra las enfermedades mentales que dificultan la vida de muchas personas. Se trata de una manera sencilla, divertida y saludable de plantarle cara a este tipo de trastornos.

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