Concluye CINCCO21 sin caer en la cándida idealización de una época de la vida que tiene sus problemas, sin ocultar las evidentes dificultades, reivindicando que las mujeres de más de 50 están aquí, orgullosas de lo conseguido, y que se ofrecen como referencia.
CINCCO21 ha lanzado mensajes de optimismo en estos tiempos de zozobra: el mercado va a necesitar a las mujeres de más de 50, que exigirán productos y servicios adecuados a sus necesidades; y las empresas necesitarán a las mujeres de más de 50 para entender y satisfacer esas necesidades.
CINCCO21, organizado por la Fundación Municipal de Cultura con la colaboración del Instituto Asturiano de la Mujer, ha terminado esta mañana con la entrega del Premio Cincuenter a Aurora Beltrán, rockera, compositora, cantante, y la actuación de Virtudes con un espectáculo titulado "Las Virtudes de las Cincuenter".
En el acto, Nuria Varela, Directora General de Igualdad del Gobierno del Principado de Asturias, ha manifestado su satisfacción por la celebración de estos Encuentros y su deseo de que haya una segunda edición.
En estos tres días, profesionales del cine, el emprendimiento, la tecnología y la literatura han compartido experiencias. "No me vuelvo más vieja, solo me vuelvo mejor", decía Mónica Geller en un episodio de Friends. Y las Cincuenter lo suscriben: sin caer en la cándida idealización de un periodo de la vida que tiene sus problemas, sin ocultar las evidentes dificultades, han querido decir alto y claro que están aquí, orgullosas de lo conseguido, y que se ofrecen como referencia; que ni son invisibles ni se conforman con permanecer al margen.
Chus Gutiérrez y María Barranco denunciaron la invisibilización de la mujer de más de 50 en el cine; la impostura que supone que actrices jóvenes sean sistemáticamente las elegidas por la industria para interpretar a mujeres adultas; la aún escasa presencia de mujeres en la producción, en las tareas técnicas, y de cómo lograrlo con políticas públicas de promoción de la igualdad.
Eva Pando, Ana Virtudes, Mónica Fernández y Eva Garrido, en una conversación sobre emprendimiento dirigida por Itziar M. Aresti, lanzaron mensajes de optimismo en estos tiempos de zozobra: el mercado va a necesitar a las mujeres de más de 50, que exigirán productos y servicios adecuados a sus necesidades; y las empresas necesitarán a las mujeres de más de 50 para entender y satisfacer esas necesidades. Y dijeron que no podemos permitirnos el lujo de decir, cuando afrontamos un reto tecnológico, "esto no es para mí" porque no podemos permitir que nuestra incapacidad tecnológica nos expulse del sitio que hemos conquistado en la sociedad.
Coincidieron en ese análisis, por la tarde, Carmela Ríos, periodista especializada en RRSS, y Sara Lozano, ingeniera biomédica. Carmela recordó que las RRSS son una conversación global, y que a las mujeres nos gusta hablar, compartir; Sara destacó lo mucho que queda por hacer en un mundo, el suyo, donde los programadores de software médico son mayoritariamente hombres, varones técnicamente capaces, pero a los que les cuesta dar solución a necesidades de mujeres.
Berna González Harbour y Pilar Sánchez Vicente se felicitaron por la apabullante y talentosa presencia de escritoras creadoras de mundos y personajes más cercanos a la experiencia vital de las mujeres; lamentaron la obstinación de ciertos críticos y miembros de jurados, varones en su mayoría, que se niegan a verlo.
CANTANDO LAS CINCUENTER
Las músicas Aurora Beltrán, Lídia Pujol e Inma Serrano también participaron en la cita. Fue el sábado por la noche, en el Teatro Filarmónica. Es un poco raro, dijo Lídia, que nos pasemos media vida intentando ser quienes quieren que seamos, y no quienes queremos ser. Ajustándonos a lo que se espera de nosotras, haciéndonos dudar de nuestro criterio, de nuestra mirada"¦ Aurora mencionó una de las palabras más repetidas estos días: invisibilidad. Y dijo también, lo dijo cantando, que el presente es el pasado del futuro, y que en la ciudad del futuro tenemos posible cura.