Sociedad

Catequesis en tiempos de coronavirus

La Delegación Episcopal de Catequesis publica un protocolo para adaptar la actividad de la catequesis a las medidas socio sanitarias exigidas en este tiempo de pandemia. Recomendaciones para que cada parroquia, movimiento o asociación pueda adaptarlas según los recursos de los que disponga, asegura el delegado, Antonio Jiménez Amor.

En el documento se insta a que las sesiones sean semanales, acotando su duración a 30 o 40 minutos, y recomendando que se realicen en espacios abiertos, amplios y ventilados, que deberán ser higienizados, y donde se garantice la distancia de seguridad. Recordando, además, que es obligatorio el uso de mascarilla y que se eviten las aglomeraciones a la entrada y salida de los salones parroquiales o de los templos.

Asimismo, se reducirán los grupos, no más de 8 niños, y se ampliará el número de catequistas. Para eso se ha realizado una invitación a los jóvenes: “Muchos de nuestros catequistas son personas mayores, población de riesgo, por eso hemos pensado que era muy recomendable pedir la colaboración de catequistas más jóvenes, pero bien preparados al mismo tiempo”.

El delegado recuerda, además, que las celebraciones también se ven afectadas por la normativa vigente, de manera que hay que adaptarlas reduciendo el número de comulgantes o confirmandos en una misma celebración. “Habrá que multiplicar las celebraciones para que haya un número más reducido de niños o adolescentes y para que puedan asistir los familiares”, explica Jiménez Amor.

Las catequesis comenzarán después de la fiesta de la Virgen del Pilar y para la inscripción el delegado recomienda que las parroquias puedan ofrecerla de forma online o por teléfono.

Cuatro fórmulas para la catequesis de este curso

La formación catequética de quienes se preparan para recibir los sacramentos se podrá realizar de cuatro formas: presencial, semipresencial, telemática o entorno a la Eucaristía dominical.

La parroquia sigue siendo “el ámbito ordinario donde se nace y se crece en la fe”, por eso se sugiere una catequesis experiencial que, en la medida de las posibilidades, sea presencial “con el fin de ganar en acompañamiento, escucha y marcha común”.

La opción semipresencial combinará una sesión presencial y otra desde casa junto a los padres, a los que se les dará asesoramiento y recursos para poder llevarla a cabo. Son ellos, según Jiménez Amor, una pieza fundamental en la educación en la fe de sus hijos a quienes en este tiempo se pide una implicación mayor.

La opción virtual o telemática se realizará utilizando las nuevas tecnologías.

La Delegación de Catequesis propone, además, otra opción a los párrocos: que aprovechen la Misa dominical para realizar una catequesis intergeneracional entorno a la celebración eucarística. 

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