El Ayuntamiento se ha visto obligado a ajustas los tipos para compensar una merma de ingresos de casi 1,5 millones
El Pleno municipal aprobó anoche, con el apoyo de PSOE y Ciudadanos, la abstención de Alternativa y el voto en contra en PP y VOX, la modificación de los tipos impositivos aplicables al Impuesto de Bienes Inmuebles. La medida llega como ajuste necesario ante la entrada en vigor de una nueva ponencia catastral que sustituye a la realizada en 2005, cuando se calcularon unos valores muy superiores a los actuales. No obstante, de no haberse aprobado esta variación, el Ayuntamiento habría dejado de ingresar el próximo año casi 1,5 millones de euros, una merma que en la práctica supondría su quiebra económica.
La modificación realizada contempla la subida del diferencial para los inmuebles urbanos, que pasará del 0,5 al 0,75%, y la bajada de los inmuebles de naturaleza rústica, del 0,74 al 0,7%, mientras que los de características especiales se mantendrán en el máximo legal, el 1,3%. Gracias a esta adaptación, el consistorio santomerano percibirá el próximo año menos ingresos por la 'contribución', pero esta reducción alcanzará una cifra asumible para las arcas municipales. Según el estudio realizado, en 2020 los vecinos pagarán 153.806 euros menos de IBI, aunque esa bajada global se distribuirá de forma irregular.
Dejando al margen los recibos de la 'contribución', la reducción de los valores catastrales en la inmensa mayoría de los bienes inmuebles supondrá un beneficio añadido para la gran mayoría de la ciudadanía: bajarán las bases imponibles para el cálculo de las 'plusvalías' por ventas y herencias, se facilitará el acceso a becas y ayudas sociales y se incrementarán las deducciones en el IRPF en el caso de las segundas viviendas.
Bajadas encadenadas
La mencionada reducción global de 153.806 euros se suma a las reducciones en el tipo impositivo y la aplicación de bonificaciones aprobadas por el Ayuntamiento en 2015 y 2017, gracias a las cuales los recibos han acumulado una bajada que ronda el 10% en los últimos cuatro años. Según la concejala de Hacienda, Paloma Cánovas, la nueva ponencia de valores catastrales, resultado de la petición realizada por el consistorio hace dos años, incide en esa misma línea de aliviar la presión fiscal.