En el momento actual, día si y día también desayunamos leyendo múltiples noticias de quiebra o concurso de acreedores de infinidad de pequeñas y medianas empresas, que a pesar de la dilatada experiencia de sus administradores se ven incapaces de mantener su actividad, y tienen que acudir a los medios que pone a su alcance la ley concursal a pesar de saber que ese camino les conduce casi irremediablemente a la desaparición en un futuro relativamente cercano.
Desde DPi nos resistimos a creer que empresarios que han sido capaces de crear sus empresas desde la nada y han mantenido su actividad durante muchos años, cumpliendo con todas sus obligaciones tributarias y societarias, de repente se hayan convertido por en morosos por gusto, sean incapaces de continuar con su actividad y se vean abocados a la desaparición.
Estamos seguros de que ese cambió brusco generalizado que se da actualmente en el mundo empresarial español se debe única y exclusivamente a la inadecuada legislación que actualmente tenemos, hecha en años de bonanza y que nadie es capaz de cumplir con la crisis actual por mucho interés que se le ponga. Por ello instamos a nuestros gobernantes a cambiar con urgencia dicha legislación, si de verdad están interesados en la recuperación económica de nuestro país.
Tener, administrar o simplemente regentar actualmente un pequeño negocio en España es poco menos que jugar a la "Ruleta Rusa". Cada mañana los empresarios se ven obligados a tomar una serie de decisiones que pueden llevarles a la desaparición empresarial, ya que los gastos de mantenimiento son altísimos, los controles a los que están sometidos por la administración son extremos, y los créditos brillan por su ausencia, mientras vemos como cada día se van reduciendo los ingresos, motivados por la crisis de consumo de la sociedad en general.
Con el sombrío panorama aquí expuesto, que es tan solo un reflejo de la triste realidad de las empresas españolas, y si nuestras administraciones no mejoran con URGENCIA la Legislación adaptándola a los tiempos actuales, la hecatombe está servida.
Desde DPi no queremos que se nos tache de ser catastrofistas sin aportar soluciones, y por ello queremos manifestar lo que consideramos imprescindible realizar con urgencia para intentar evitar que se siga produciendo la ingente cantidad de quiebras empresariales, como actualmente está sucediendo.
Las propuestas que planteamos son las siguientes:
Instar a las entidades bancarias a facilitar el crédito a las empresas a bajo interés, y en su defecto nacionalizar algún banco de los rescatados para hacer lo que antaño se hacía con el dinero Oficial desde Banco Hipotecario de España, Banco Industrial, Banco Agrícola, Banco de crédito Local, etc., es decir, darlo a los empresarios a bajo interés.
Reducir con inmediatez la tarifa eléctrica a todas las industrias, a los agricultores y al sector servicios en general, ya que actualmente es insostenible, y resulta paradójico que mientras bajan los ingresos aumenten los gastos en este servicio.
Volver a las reducciones en el precio del gasoil, como mínimo a los sectores señalados y a los pescadores.
Reducir el impuesto del IBI municipal a todas las empresas y revisar a la baja todos los impuestos y tasas municipales, tales como los impuestos de apertura de negocios u ocupación de la vía pública. Igualmente es imprescindible minimizar los trámites de nuevas aperturas de negocio.
Por último consideramos muy importante abaratar los costes de la Seguridad Social, no sólo en la nueva contratación sino también en las plantillas actuales. Esta medida, lejos de reducir ingresos para el Estado los aumentaría, ya que se realizarían más contratos y se rebajaría el costo mensual de desempleo, y de esta manera se acabaría poniendo en marcha la maquinaria de la recuperación, que hoy tenemos varada y sin esperanzas de navegar.
Para DPi consideramos que una de las consecuencias más graves que actualmente vivimos es la falta de conocimiento real del funcionamiento de una empresa privada por parte de nuestra actual clase política, titulados universitarios y funcionarios en excedencia en general, sin la más remota idea de cómo funciona una empresa que no sea oficial, donde algunos políticos acuden como miembros del Consejo de Administración, pero sólo a cobrar las dietas que les pagan por firmar las actas, y no hacer la contra al mandatario de turno.
Esperamos y deseamos que a la mayor brevedad se tomen algunas de las medidas aquí planteadas, con la seguridad de que es la única forma de volver a la senda del crecimiento, y aunque puedan parecer un absurdo nuestras recomendaciones a tan altas instancias, no las damos por perdidas, ya que nuestra primera propuesta al Ayuntamiento de San Pedro de rebajar las pagas extraordinarias a los políticos, donde tanto se nos criticó, al final fue impuesta desde Madrid, y con carácter extensible a todos los funcionarios, y la segunda ha tenido como consecuencia un aviso de rebaja para las pagas extraordinarias de Junio y Diciembre de entre el 20 y 40% para los funcionarios, que esperamos y deseamos se haga extensiva a la clase política en general, ya que otra forma de ayudar a la recuperación es abaratar los inflados costos de nuestra administración política.
Nosotros entendemos lo doloroso que tiene que ser para los poderosos gobiernos de nuestras administraciones aceptar que un minúsculo partido como DPi tenga razón, pero como rectificar es de sabios, ahora están a tiempo de lo contrario.