La futura planta contará con una inversión de más de 3,3 millones de euros, de los que el Gobierno regional aporta 2,4 millones
El diseño de la futura planta en San Javier para el tratamiento de residuos orgánicos biodegradables de origen doméstico dará comienzo a principios de este 2024 con el inicio de la redacción del proyecto de esta instalación, que permitirá la gestión de los residuos recogidos a través del futuro quinto contenedor, conocido como contenedor marrón.
Así lo ha respaldado el Gobierno regional, a través del Consocio de Residuos de la Región de Murcia, en la reunión telemática de la Comisión de Gobierno, en la que se adjudicó el contrato para redactar el proyecto. Para su construcción, valorada en 3,3 millones de euros, el Gobierno regional aportará más de 2,4 millones con cargo a fondos europeos, mientras que el resto de la cuantía corresponde al Consorcio de Residuos.
Esta instalación se integrará en la red de infraestructuras diseñada para garantizar que los ayuntamientos adheridos al Consorcio puedan acceder a la valorización de la materia orgánica mediante su conversión en compost.
Para ello, la Comunidad y ayuntamientos trabajan de la mano para crear una red de recogida, diferenciada de la materia orgánica a través del contenedor marrón, y de tratamiento. La Comunidad colabora en esta competencia municipal poniendo a disposición de las entidades locales los medios necesarios para ello.
La instalación se localizará en San Javier, gracias a la cesión del Ayuntamiento de una parcela al Consorcio y dará servicio a 155.283 habitantes de seis municipios (San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, Torre Pacheco, Fuente Álamo y La Unión). Contará con capacidad para tratar hasta 19.330 toneladas anuales de materia orgánica recogida en el contenedor marrón.
Este contenedor recogerá los restos de fruta y verdura, restos cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, tapones de corcho, cerillas, serrín, servilletas usadas, papel de cocina sucio y papel y cartón sucios de aceite o restos de alimentos, así como pequeños restos de poda o jardinería tales como plantas, hojarasca o ramos de flores.