Miles de personas presenciaron ayer tarde en San Javier el desfile sardinero con el que entró en la plaza de España la Sardina que custodiará el Ayuntamiento de San Javier hasta el jueves próximo cuando será entregada oficialmente al Ayuntamiento de Murcia para que, en manos de la Agrupación Sardinera, recorra Murcia antes de su quema el sábado 2 de abril.
Las comparsas de carnaval volvieron a arropar a la Sardina, como lo hicieron por la mañana en Santiago de la Ribera, con un desfile en San Javier que acabó en la puerta del Ayuntamiento en cuyo balcón, el alcalde, José Miguel Luengo, acompañado por el presidente de la Agrupación Sardinera, Gregorio González, agradeció a "las sardineras y sardineros" que trajeran la fiesta al municipio.
Luengo agradeció especialmente la participación de las comparsas de carnaval de Santiago de la Ribera y reivindicó el "ansiado y merecido" reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional para el Carnaval de Santiago de la Ribera.
El presidente de la Agrupación Sardinera, Gregorio González recordó desde el balcón del Ayuntamiento que "San Javier hacía historia porque es la primera que un municipio repite dos veces la recepción de la Sardina. Sabíamos que San Javier no iba a fallar y estábamos en lo cierto", dijo ante las miles de personas que abarrotaban la plaza de España.
González aprovechó para anunciar que las 6 comparsas de carnaval de Santiago de la Ribera que participaron en el festejo de ayer formarán parte de los desfiles sardineros de esta semana en Murcia. El anuncio fue jaleado por las comparsas preparados para no desaprovechar el escaparate internacional que supone la fiesta del Entierro de la Sardina.
El presidente de los Sardineros, dejó constancia de su apoyo a la declaración de Interés Turístico Regional para el Carnaval de Santiago de la Ribera en la que dedicatoria con la que acompañó anoche su firma en el Libro de Honor del Ayuntamiento en la que agradecía al Ayuntamiento y a los vecinos de San Javier "la maravillosa acogida con la que nos han deleitado".
La animación de las charangas, el ánimo de los asistentes, y la música prolongaron la fiesta en la plaza de España donde volaban los típicos pasteles cierva y la cerveza Estrella de Levante para cerrar un día en el que hasta el tiempo estuvo a la altura.