Los arribazones de posidonia oceánica podría entrar en la cadena alimentaria como fuente forrajera para la alimentación del ganado rumiante. Averiguar esa posibilidad, que permitirá reducir el coste productivo y contribuir a la sostenibilidad medioambiental, es el objetivo de un estudio que desarrollan en la actualidad investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y de la Universidad de Murcia, el Centro de Investigaciones Científicas de León, en colaboración con la empresa CESPA y el Ayuntamiento de San Javier.
El alcalde de San Javier, Juan Martínez Pastor, los concejales de Turismo, Antonio Martínez y de Medio Ambiente, Celia Martínez , junto con los investigadores Juan Sotillo, profesor de la Facultad de Veterinaria de Murcia, y Joaquín Hernández, profesor de la Facultad de Veterinaria de Lugo, presentaron esta mañana en el Ayuntamiento este estudio, pionero en España, que se encuentra en una fase incipiente, según explicaron los profesores que se mostraron optimistas en cuento a los posibles resultados.
El profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, en la Facultad de Veterinaria de Lugo, Joaquín Hernández explicó que la posidonia oceánica es una planta superior que puede ser muy útil por su alto contenido en fibra, según los resultados de la primera fase del estudio. A partir de septiembre comenzará la segunda fase para la que se precisarán 2.000 o 3.000 kilos de arribazones de posidonia que se trasladarán a León para estudiar la digestividad in vitro, con el fin de comprobar qué pasaría cuando el animal ingiera el alimento. La tercera y última fase, que se llevaría a cabo si los valores arrojados por la investigación en laboratorio son los adecuados, consistiría en el estudio con animales en vivo, explicó el investigador.
El estudio, para el que se tratará de obtener financiación europea, tiene como precedentes otros similares realizados con otros tipos de algas en Escocia o Irlanda , con éxito en ganado vacuno. Otros parecidos también se han llevado a cabo en Australia, Sudamérica y en el norte de Europa, según explicaron los investigadores, expertos internacionales en alimentación de rumiantes.
El concejal de Turismo y Playas, Antonio Martínez destacó la importancia de este estudio que el Ayuntamiento de San Javier se ha comprometido a impulsar. Martínez recordó que aunque desde el Ayuntamiento se respetan los arribazones durante todo el año como barrera natural contra la regresión de las playas, con resultados muy positivos, su retirada durante los meses de verano en las playas de baño afectadas, costará unos 170.000 euros al Ayuntamiento.
Si finalmente, los arribazones se convierten en alimento animal, dejarían de requerir tratamiento como residuo suponiendo un ahorro económico muy considerable para las arcas municipales. El edil señaló que se trata de "un paso más en la gestión medioambiental de los arribazones que en determinadas zonas de nuestra vertiente mediterránea llegan en grandes cantidades, provocando quejas de turistas, sobre todo durante el verano, además del coste económico".
La concejal de Medio Ambiente Celia Martínez felicitó a los investigadores "porque este estudio es un claro ejemplo de ciencia aplicada al terreno y a la población" y destacó los beneficios que puede aportar en todos los niveles, "incluido el de la conservación paisajística en una zona con escasez de pastos"