Desde el 25 de marzo hasta el sábado 01 de mayo, un equipo de anilladores de aves de la Asociación de Naturalistas del Sureste ha trabajado permanentemente en Isla Grosa, (t.m. de San Javier), frente a La Manga del Mar Menor, estudiando el paso migratorio prenupcial de las aves que, procedentes de tierras africanas, vuelan en dirección al centro y norte de Europa.
Tras 45 días de estudio se han capturado y liberado posteriormente 2102 aves de 41 especies diferentes, de las que se han anillado por primera vez 1708. La más abundante ha sido el mosquitero musical, con 837 aves anilladas, siendo también abundantes las currucas cabecinegra y capirotada, o el mosquitero común entre otras, con más de 100 aves cada una.
Entre las últimas capturas, destaca la de un Mosquitero musical el día 25 de abril que portaba anilla con remite de Noruega. Un ave de tan solo 10 g de peso que fue desde Noruega hasta África y ahora está de vuelta hacia el norte. Esta es la segunda recuperación extranjera de la campaña y primera de Noruega en Isla Grosa aunque ya el año pasado se capturó un individuo de esta misma especie procedente de Suecia.
Los resultados obtenidos serán incluidos dentro del "proyecto Piccole Isole" de anillamiento en pequeñas islas del Mediterráneo, en el que participan numerosas estaciones de anillamiento de diversos países ribereños, y que tiene como objetivo el estudio de la migración de los paseriformes europeos.
Los trabajos en Isla Grosa se han realizado por anilladores y colaboradores, principalmente de ANSE, de forma totalmente voluntaria, y ha contado con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad de la Región de Murcia, que facilita las instalaciones, así como el transporte hasta la isla.
Isla Grosa está declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y supone un lugar excepcional para el estudio de las migraciones. Debido a su situación geográfica, muy próxima a Cabo de Palos, muchas aves utilizan la isla como lugar de descanso durante sus migraciones al ser el primer lugar de tierra firme disponible que divisan tras cruzar el mar Mediterréneo.
El anillamiento consiste en la individualización de las aves mediante la colocación de una anilla metálica en una de las patas. Esta anilla lleva un número a modo de DNI así como un remite de contacto. Mediante este método se puede obtener información muy valiosa de las aves como rutas migratorias o tasas de supervivencia.
ANSE realizó campañas de anillamiento similares en 2007 y 2009, en las que se capturaron 4165 aves de 55 especies distintas, de las cuales 3435 fueron anilladas por primera vez mientras que el resto ya estaban anilladas. Cerca del 80% de estas aves son pequeños migradores transaharianos que apenas alcanzan los 20 gramos de peso.
ANSE pretende realizar estos trabajos durante varios años más pues estas series de datos a largo plazo, analizadas conjuntamente con todas las estaciones del “proyecto Piccole Isole”, permiten conocer mejor las migraciones de las aves así como la evolución de sus poblaciones.