El colegio público de El Mirador se ha convertido hoy en un gran belén viviente en el que han participado todos los alumnos y profesores del centro que se han caracterizado para reproducir las escenas típicas de un belén, como el castillo de Herodes, la huída a Egipto, la posada, un gran mercado, con venta real, lavanderas, pastores, y un nacimiento que han compuesto los alumnos más pequeños, con bebé incluido.

El belén viviente que se realiza este año por segunda vez, se ha convertido en todo un acontecimiento en la localidad que se ha implicado de lleno para celebrar una mañana de puertas abiertas en el centro, al son de los villancicos y el calor de un chocolate caliente y bizcocho. A los profesores se han unido las madres de los alumnos que desde las ocho de la mañana trabajaban para que todo estuviera listo. El hogar de Mayores ha participado con una demostración de artesanía y la actuación de su coro. Hasta la comisión de fiestas estaba también presente en la zona del mercado.

Magdalena Sánchez, jefa de estudios del centro, destacaba “la implicación de todo el pueblo” en esta actividad que ya trasciende el ámbito escolar. La idea la aportó el pasado año una profesora nueva y fue muy bien acogida por el claustro de profesores como una alternativa original al festival de navidad. Con sólo dos años, se ha convertido en todo un acontecimiento para el colectivo del centro, sus familias, y otras agrupaciones locales que participan de forma activa, y que visitan durante toda la mañana el colegio.

A lo largo de la mañana ha actuado el coro del hogar de mayores de El Mirador que han cantado varios villancicos. Un cuentacuentos ha reunido después a todos los alumnos en el centro del Belén, donde más tarde han llegado los Reyes Magos para repartir regalos entre todos los alumnos.