Los más jóvenes están expuestos a muchos bulos relacionados con la salud, principalmente en de las redes sociales, y no suelen recurrir a información fiable como la que proporciona un profesional sanitario
Sufrir cefalea se relaciona en adolescentes con una peor calidad de vida, dificultades de atención y mayor absentismo y presentismo escolar
La migraña es una enfermedad neurológica grave, infradiagnosticada e infratatada, asociada con un nivel alto de discapacidad, las personas que la sufren se sienten incomprendidas por su pareja, amigos, familiares y compañeros de trabajo
Los mitos que circulan sobre la migraña afectan más a los jóvenes, quienes tienen poca información sobre esta patología y acceso limitado a los profesionales sanitarios. Durante la presentación de la campaña Mi Migraña sin Bulos, celebrada hoy en el marco del XXVIII Congreso de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE) e impulsada por esta sociedad científica y por el Instituto #SaludsinBulos, en colaboración con Novartis, los expertos han destacado cómo los mitos que circulan sobre esta enfermedad estigmatizan a quienes la padecen y contribuyen a empeorar su calidad de vida y rendimiento académico.
La migraña tiene mayor impacto en jóvenes y adolescentes pues "es frecuente durante la infancia y hasta la pubertad, siendo tres veces más común en mujeres que en hombres a partir de los 30-35 años, coincidiendo con el pico de prevalencia", explica la Dra. Alicia Alpuente, neuróloga de la Unidad de Cefalea del Hospital Universitari Vall d'Hebron de Barcelona. Un estudio de este hospital, publicado en la revista de la International Headache Society, recoge que sufrir migraña se relaciona en adolescentes con una peor calidad de vida, la presencia de dificultades de atención y más absentismo escolar. Los autores de este trabajo concluyeron que es necesario llevar a cabo iniciativas educacionales para solucionar este problema.
Además, la Dra. Alpuente advierte que "los pacientes con migraña tienen peor calidad de vida, en general, por el impacto que la enfermedad supone en su entorno personal, familiar y social. Evitan o reducen ciertas actividades sociales o familiares por miedo a tener un ataque. Y, en particular, pacientes pediátricos y adolescentes, que viven un momento vital de cambios, pueden sentirse estigmatizados ante la ausencia de comprensión, motivada, en la mayoría de los casos, por el desconocimiento de la enfermedad por parte del entorno que los rodea".
Así, la campaña de divulgación y educación Mi Migraña sin Bulos tratará de ayudar a aumentar la concienciación y el reconocimiento social de esta infradiagnosticada y discapacitante patología mediante la creación de materiales gráficos para redes sociales basados en el humor, dirigidos principalmente a jóvenes y adolescentes, y el desarrollo de un cómic.
Para Carmen Funes Molina, presidenta de SEDENE, preocupa el hecho de que "vivimos en un momento de gran acceso a información, pero, en ocasiones, con una gran carencia de validez científica. Por este motivo, hemos decidido unirnos desde nuestra sociedad al Instituto #SaludsinBulos para mejorar el acceso a una información correcta sobre las migrañas".
El presentismo, resultado de las falsas creencias sobre la migraña
Una de las consecuencias de la falta de comprensión hacia las personas que padecen migraña, y que buscará combatir Mi Migraña sin Bulos, es el presentismo, es decir, permanecer en el aula o el puesto de trabajo pese a encontrarse mal y acusar una muy baja productividad, como refleja otra investigación realizada por el Hospital Universitari Vall d'Hebrón.
"Los más jóvenes están expuestos a muchos bulos de salud, que les llegan a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, y no suelen acceder a información fiable como la que puede proporcionar un profesional sanitario o un medio de comunicación. Por ese motivo, es importante acercarse a su lenguaje y sus canales, como pretende esta campaña, y concienciarles sobre la importancia de que no se guíen de los consejos de salud que les de su entorno, aunque haya lazos de afecto, sino un profesional sanitario", asegura Carlos Mateos, coordinador del Instituto #SaludsinBulos.
En la iniciativa presentada por #SaludsinBulos y SEDENE, con el apoyo de Novartis, las profesionales de enfermería tienen un papel protagonista por su proximidad al paciente que vive con migraña. Lali Giné-Ciprés y Tania Herrera Barcia, vocales del grupo estudio de Cefalea de la SEDENE, explican que "el papel de la enfermera está cada vez más presente en la atención del paciente con cefalea y desde nuestra Sociedad consideramos imprescindible aumentar el número de enfermeras expertas en este campo, así como incentivar que todas tengan nociones básicas sobre los cuidados de estos pacientes".
"Uno de los objetivos de SEDENE consiste en promover, desarrollar y difundir actividades educativas relacionadas con la cefalea, y Mi Migraña sin Bulos coincide plenamente con los mismos. Confiamos en que contribuirá a cubrir la necesidad de aumentar el conocimiento de nuestra sociedad sobre esta patología y desmitificar muchas de las falsas creencias que hay sobre ella", concluyen.