Salud

Las sopas también son para el verano

Más propuestas sanas y refrescantes de Primaflor para sobrellevar el calor veraniego

Muy nutritivas, llenas de vitaminas y antioxidantes, y fáciles de preparar las sopas frías son perfectas para mantener la hidratación, muy importante en esta época del año.

Como entrante, plato principal o como un refresco con hielos, son una opción saludable para consumir en cualquier momento del día.

El verano está en pleno apogeo y el calor no da tregua. La buena noticia es que existen remedios refrescantes y saludables para hidratarse adecuadamente y que los amantes de la cuchara agradecerán. En este contexto, las sopas frías se convierten en el toque fresco de cualquier menú veraniego, siendo muy fáciles de preparar. Primaflor, en colaboración con María Torres, dietista y asesora nutricional en Nutricocina Kult y encargada de cocina y propietaria del restaurante Kult Bar, nos ofrecen una variedad de posibilidades de elaboración, mezclando diferentes ingredientes, constituyendo así una forma apetecible  y diferente de comer frutas y verduras.

La necesidad de tomar platos refrescantes y la importancia de alimentarse de manera saludable, chocan con la repetición de recetas tradicionales y las pocas ganas de ponerse a cocinar. Las sopas frías son muy nutritivas, llenas de vitaminas y antioxidantes y son perfectas para mantener la hidratación, muy importante en esta época del año.

Cuando pensamos en sopas frías, lo primero que se nos viene a la cabeza es el gazpacho, salmorejo, ajoblanco… pero lejos de quedarnos aquí, existen otras muchas posibilidades y combinaciones para deleitar nuestro paladar. Según la opinión experta de María Torres “una de las características  de las sopas frías es su elaboración con productos frescos y crudos, por lo que todos los vegetales y hortalizas que pueden ingerirse de esta manera, pueden convertirse en una sopa fría (kale, calabacín, pimientos, pepino, hinojo, cebollas…)”.  En cualquier caso, también podemos usar verduras que no se puedan consumir crudas, como brócoli, acelgas, espárragos o guisantes,  siempre y cuando las sometamos a una cocción previa.

A pesar de que el catálogo de verduras y hortalizas para elaborar estos refrescantes platos es numeroso, hay algunos productos que se adaptan mejor que otros a la textura que requiere la sopa. “Los vegetales ideales son aquellos que están compuestos por una mayor cantidad de agua. De esta manera, nos garantizamos una preparación líquida sin tener que integrar a la receta agua suplementaria, obteniendo así un plato más rico en nutrientes”, comenta María.

Desde el punto de vista de la conservación, debido a que los ingredientes utilizados contienen vitaminas, como la vitamina C, que con la temperatura y el contacto con la luz se oxidan perdiendo sus propiedades, se aconseja consumirlas en el mismo momento de prepararlas o hasta 24 horas después de su elaboración. Según María Torres, “no habría problema en consumirlas con posterioridad, pero en algunos casos existirá una merma en sus características nutricionales, así como también en su aspecto y textura”.

Una buena opción para cualquier momento del día

Las sopas frías son una excelente opción para garantizar la ingesta de la fibra,  las vitaminas y  los minerales que nos aportan las frutas y los vegetales, por lo que resulta una excelente elección para refrescarnos de manera saludable cuando el calor aprieta.

“Son el entrante perfecto para un segundo plato en el que incorporemos el resto de macronutrientes que nuestro organismo necesita para llevar una alimentación sana y equilibrada”, recomienda María Torres. “En el caso de que quisiéramos consumirlas como plato único, sería necesario incorporar en ellas hidratos y proteínas, consiguiendo así una preparación que incluye cada uno de los grupos de nutrientes recomendados”. Un ejemplo de esta última opción sería incorporar a la base de verduras y hortalizas, una ración de arroz y otra de cualquier legumbre, como alubias o garbanzos (ya hervidas y frías).

También son una excelente opción para tomar como tentempié entre horas, o como aperitivo saludable con amigos o familiares. En opinión de María, “una excelente alternativa es preparar elaboraciones con una textura más líquida que podamos tener en la nevera y tomarlas como si fuera un refresco con hielos para el aperitivo o a media tarde antes de la cena”.

Fáciles de preparar y listas para tomar

Ya no hay excusas para no comer frutas y verduras. Las sopas frías han llegado para hacernos la vida más fácil en verano ya que no requieren más complejidad que la de introducir todos los ingredientes en una batidora y darle a un botón.

Una de las opciones para crear combinaciones que funcionen bien es partiendo de los colores de los ingredientes. Por lo que, siguiendo esta pauta, y según María Torres se podría elaborar “Sopa fría de espinacas, apio, aguacate, manzana granny y hierbabuena; de tomate, sandia, y pimiento rojo; de melón, pepino y almendras;  y de tomate y remolacha”.

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