Como ya se ha señalado anteriormente, la estrategia de vacunación frente al Covid-19 no protege a la infancia más vulnerable. El Protocolo excluye expresamente a los cuidadores no profesionales, y las fichas técnicas de las vacunas especifican claramente que no están indicadas para menores de 16 años.

Ante tal desprotección, un buen número de Comunidades Autónomas han decidido vacunar a los cuidadores no profesionales, pero entre esas Comunidades no se encuentra la Región de Murcia.

En Murcia existe un importante número de niños y niñas con patologías complejas, que precisan urgentemente que se les tenga en consideración y que las Administraciones Públicas, tanto regionales como estatales los protejan frete al Covid-19, enfermedad que podría ser mortal en muchos de estos casos.

Por eso un grupo de Asociaciones de Discapacidad, junto con la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de la Región de Murcia (APERMap) y la Sociedad de Pediatría del Sureste de España (SPSE), nos hemos unido para pedir a la Consejería de Salud que tome la iniciativa de vacunar a los cuidadores no profesionales. Mediante esta vacunación estaríamos protegiendo a estos niños y niñas, ya que además de que el posible contagio podría  ser extremadamente peligroso para ellos, si los padres y madres enferman, ¿Quién los cuidaría?.

Con fecha 24 de mayo, mediante conversación telefónica mantenida con el Director General de Salud Pública, D. José Jesús Guillem Pérez se le hace llegar esta petición.  A pesar de la gran importancia de este problema y de la premura con que se precisa una adecuada solución a de hoy no hemos recibido contestación de las autoridades sanitarias. Por ello realizamos este documento en el que:

“Exponemos los problemas derivados de la situación actual en los menores de 16 años con patologías crónicas complejas frente a la Covid-19, al no estar vacunados ni ellos ni sus cuidadores no profesionales:

Alta tasa de absentismo escolar en los niños que acuden a colegios de educación especial. Este hecho supone la pérdida consiguiente de terapias necesarias para su correcta atención sanitaria (logopedia, rehabilitación, estimulación sensorial…). Además, con ello se les priva de la necesaria socialización con otros niños que les provoca trastornos del comportamiento y alteraciones del sueño. 

Falta de asistencia a Centros de Atención Temprana y fisioterapia, detectándose por parte de los profesionales de estos centros regresiones en las adquisiciones que con tanto trabajo  habían conseguido estos niños. . 

Pérdida de sesiones de fisioterapia y terapias respiratorias con aumento de patología infecciosa y respiratoria asociada que puede poner en riesgo su vida.

Contagios de Covid-19 generalmente de origen intrafamiliar que han originado descompensaciones e ingresos hospitalarios de niños de nuestras unidades.     

Creemos que la pandemia y los confinamientos obligatorios o promovidos por los padres y madres, están perjudicando gravemente a los niños con patologías crónicas complejas más que al resto de niños, siendo preocupante la pérdida de meses vitales e irrecuperables en su atención temprana y actividades de fisioterapia y rehabilitación, sin perder de vista que se trata de niños con alta fragilidad en caso de adquirir una infección por la Covid-19.   

Basándonos en las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), sociedad científica que representa a cerca de 14.000 pediatras que trabajan tanto en el ámbito hospitalario como de atención primaria, integrada por todas las sociedades científicas de pediatría regionales y las sociedades de pediatría de las distintas especialidades:

1) Puede valorarse su uso en algunos casos concretos de adolescentes de 12 o más años de edad con trastornos neurológicos relevantes, déficit cognitivo o enfermedades crónicas complejas con elevadas necesidades de cuidados, sobre todo si asisten a centros residenciales o educativos con otros niños, lo que incrementa el riesgo de exposición.

2) Una vez que la vacuna Comirnaty u otras sean autorizadas en el rango de edad de 12-15 años con carácter general, se podrá abordar su vacunación siempre que se haya cubierto el objetivo de inmunización de la población susceptible de mayor edad. Si la disponibilidad de vacunas fuera limitada, se debería priorizar a los adolescentes de mayor riesgo. 

3) Respecto a los niños menores de 12 años, es prematuro opinar sobre el papel que podría jugar su eventual vacunación en el control de la pandemia, y habrá que esperar a los resultados de la investigación y a comprobar el impacto de la vacunación universal en adultos y adolescentes en su evolución. 

4) Es conveniente recordar que los cuidadores (profesionales y no profesionales) de los niños de cualquier edad con la condición de gran dependiente, deben ser vacunados frente a COVID-19, salvo contraindicación, que en este momento está ya establecido, de acuerdo con los criterios aplicados actualmente en cada comunidad autónoma.

Ante la situación de desprotección e inseguridad en la que se encuentran los menores de 16 años con enfermedades crónicas, y basándonos en las recomendaciones dadas por la AEP, conminamos a la Consejería de Sanidad, y más concretamente a la Dirección General de Salud Pública a que adopte las medidas necesarias para proteger emocional, social y sanitariamente a estos pacientes pediatricos con patologías crónicas, y sus familias 

Para lo cual proponemos que se lleve a cabo con carácter inmediato las siguientes medidas:

Vacunación de Covid-19 a todo profesional que trabaje con niños con patologías crónicas de riesgo y que no se limite solo a docentes y profesionales de Centros de Educación especial (fisioterapeutas, logopedas, profesionales de atención temprana y centros o asociaciones), incluyendo hasta profesionales con actividad privada que hacen actividades de fisioterapia respiratoria y rehabilitación. 

Vacunación de Covid-19 a cuidadores y convivientes de los niños con patologías crónicas graves, independientemente de su edad sean considerados como grupos de riesgo prioritario.

Vacunación de Covid-19 off-label de pacientes pediátricos de 12-18 años con patologías crónicas graves de riesgo. Siempre sería a propuesta de su médico responsable y con la autorización de sus familias, para seguir cuando haya mayor evidencia con las edades inferiores”.

Las familias y profesionales consideramos que los menores con patologías crónicas complejas están siendo desprotegidos sanitariamente, tanto por la Consejería de Salud de la Región de Murcia, como por el Ministerio de Sanidad, y desde estas líneas exigimos una respuesta inmediata.