El 3% de la población está sufriendo problemas con la ludopatía.
La ludopatía es una adicción que afecta tanto a hombres (8 de cada 10) como a mujeres (2 de cada 10), independientemente de su edad. Los expertos señalan un crecimiento constante en el número de jóvenes entre 14 y 21 años que juegan y apuestan online.
El 28% de los menores españoles hacen apuestas
2 de cada 3 jóvenes que apuestan tienen un problema de adicción, según datos del último estudio realizado por la Unidad de Investigación del Juego de la Facultad de Piscología de la Universitat de València.
Estos datos sitúan a España como el país europeo con la tasa más alta de ludópatas jóvenes.
Devi Urganda, responsable de la Unidad de Adicción a las Nuevas Tecnologías de Ita Moscatelar, explica que es necesario "tomar conciencia de qué la responsabilidad de un juego patológico no es sólo del menor, sino también de los recursos de afrontamiento que les hemos otorgado, del entorno que les brindamos para su desarrollo y de una educación basada en la búsqueda de motivaciones saludables, nos da la oportunidad de poder trabajar sobre estos aspectos tanto para prevenir como para curar".
"La persona que tiene una adicción comportamental no es capaz de pedir ayuda, e intentan ocultarlas. Por eso, son normalmente los familiares los que se dan cuenta antes", añade Olga Garcia Cano, directora de Ita Adicciones.
A continuación, os ofrecemos unos "tips" que pueden ayudar a padres y madres en la detección de esta problemática:
Promover actividades saludables: cursos de fotografía, teatro, cine, lectura, etc. Ayudar a nuestros hijos a encontrar prácticas que les motiven y aumenten su autoestima.
Tratar de acompañarlos en sus circunstancias y ofrecerles recursos. Estar pendientes de sus necesidades, enseñarles a pensar, a resolver conflictos o a expresarlos, son formas de acompañamiento para adolescentes que pueden estar viviendo una realidad amenazante.
Observar el entorno en el hogar. Si los niveles de estrés o conflicto son altos, o el nivel de afecto y atención bajo, pueden ser puntos importantes de intervención. Que el entorno en el hogar sea suficientemente rico en confianza, comunicación y respeto, es la mejor forma de prevención de cualquier práctica de riesgo.
Es importante detectar si nuestros hijos están teniendo comportamientos adictivos y acudir a un profesional especializado en este tipo de adicciones.