Nuestro cerebro en estos momentos está en un estado que en neuropsicología se llama de amenaza, particularmente intensa ya que no tenemos referencias del pasado. El problema es que cuando estamos en estado amenaza estamos menos dispuestos a cooperar, arriesgamos menos, somos menos creativos y hacemos más errores. ¿Por qué? porque hay más activación del sistema límbico que bloquea el córtex prefrontal para poder pensar con claridad y tomar buenas noticias.
Son tiempos convulsos y predominan emociones negativas como el miedo, el terror, la frustración, el enfado, la preocupación el desconcierto, la tristeza. Para revertirlo, primero deberíamos tomar consciencia de nuestras emociones; es importante tener el propósito de encontrar el propio equilibrio entre “me permito sentir todas estas emociones que esta situación de alerta me despierta, me lo permito”, y a su vez hacer un trabajo diario para revertirlo, poniendo la atención a cosas que nos gusten y nutran o que al menos nos hagan sentir útiles.
Tal vez no tengas la cabeza para trabajar porque te vence el desánimo, deja el ordenador y ponte a preparar un plato nuevo que te haga ilusión. Celébralo con los que convives y si vives sólo, compártelo de alguna manera con tus amigos o familiares. Así se contrarresta el circuito de la amenaza, al activar el circuito neural de la recompensa física y social.
¿Qué consecuencias tiene para nuestra salud psicológica el confinamiento en casa durante dos semanas?
En buena medida depende mucho de lo que haga cada uno. ¿Conoces la curva de la crisis? En psicología sabemos que un proceso de duelo o de crisis como la que estamos viviendo sigue una serie de etapas: negación, miedo, enfado, depresión, aceptación y nuevos aprendizajes. Reencontrar el equilibrio mental, emocional y físico es clave en estos momentos de confinamiento (#quedateencasa ). Para ello hemos definido 10 consejos que te pueden ayudar:
- No mires constantemente las noticias. No es necesario estar informado al minuto, esto puede provocar ansiedad.
- Come sano, mejor productos no procesados.
- Diseña pequeños objetivos diarios que te ocupen.
- Mantén el contacto con la familia que no tengas en casa y con los amigos.
- Date permiso para sentir todas las emociones que esta situación te provoca.
- ¡Muévete! aunque estés en casa, puedes hacer actividades dirigidas (tablas de gimnasia, yoga, meditación activa, etc).
- Aprovecha este periodo de confinamiento para re-pensar tu vida y hacer balance
- Medita diariamente y practica una actitud positiva.
- Mantén un ritmo de rutinas que te ayude a aprovechar el tiempo.
- Recuerda que todo pasa, ¡y esto también pasará!
Es tiempo de responsabilidad individual y colectiva para enfrentarnos a los retos que tenemos por delante.