El examen de Química de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Región de Murcia ha provocado una verdadera tormenta de reacciones en redes sociales, especialmente tras la publicación de un vídeo viral de la cuenta "@quimicapau, una química para todos" en TikTok, que ha sido ampliamente comentado por estudiantes y docentes. La principal crítica: su extrema longitud y su desconexión con el modelo de examen previamente anunciado, generando frustración y agotamiento entre los aspirantes universitarios.
El vídeo viral, compartido por el experto en química Pablo Osorio, describe el examen como "infumable" y "tan largo que necesita un catalizador para llegar al final". Osorio destaca que, si bien las preguntas en sí no parecían "muy complicadas", la cantidad de texto a leer era abrumadora, comparándolo con una prueba de "literatura" en lugar de química. El examen se extendía a lo largo de cinco páginas, con tanto contenido apretado que, según el experto, podría haber ocupado hasta ocho páginas. Además, señala que los apartados a menudo eran independientes y mezclaban temas, requiriendo una agilidad mental extraordinaria, casi como ser el "Carlos Alcaraz de la química" para obtener una nota alta. El vídeo también subraya la inconsistencia en el formato del examen de Murcia en comparación con el de otras comunidades autónomas, que suelen presentar pruebas más concisas, lo que genera una disparidad significativa.
Pablo Osorio, autor del vídeo viral, aclara que “a mí no me parece que esté mal este tipo de exámenes. De hecho, me parece que refleja bastante competencialidad y que es realmente la forma en la que tendrían que saberse la gente de la química leyendo unos enunciados en los que estuvieran relacionados con casos prácticos". Pero matiza que "si se hace de una manera así y el resto de comunidades sigue haciendo lo mismo, no tiene sentido. Esa es la desventaja en la que se queda Murcia en este caso".
Los comentarios al vídeo reflejan un sentir generalizado de indignación entre los estudiantes murcianos. Muchos lamentan haber salido "llorando a lágrima tendida" debido a que el examen "no tenía nada que ver con el modelo" que les habían prometido. La frustración es palpable ante la sensación de haber sido "engañados" y de que la coordinadora no siguió el modelo que ella misma había propuesto. Comentarios como "es que no entiendo por qué nos dicen que el modelo va a ser de una forma y después resulta que es totalmente diferente" son recurrentes.
La longitud del examen y la gestión del tiempo fueron preocupaciones constantes. Alumnos afirman que "no daba tiempo a leerlo todo" y que en una hora solo pudieron completar "dos ejercicios". Algunos incluso ironizan con que se necesitarían "dos horas para la lectura" si se dispusiera de "seis horas" para realizar la prueba. La dificultad, más allá de los contenidos, radicó en el "texto" mismo. Un universitario de química señaló que el examen de selectividad fue "más largo que algunos de mis exámenes en la uni", donde estos duran entre 3 y 3.5 horas.
Otro punto de controversia fue la interpretación del concepto de "competencialidad" introducido en la nueva ley educativa. Los estudiantes cuestionan "¿qué narices es competencial para ellos?" y critican que el cambio a este modelo debería haber sido "más progresivo". Alegan que el examen "no era competencial" y que habían trabajado "en base a un modelo que no correspondía a lo que nos han puesto hoy". Algunos consideran que este tipo de pruebas son "injustas y sólo sirven para fastidiarle la vida a alguien", e incluso sugieren que buscan "quitarse gente de encima" de la universidad.
La situación ha reavivado el debate sobre la necesidad de un examen único de Selectividad para toda España, con numerosos comentarios que claman por "unificar la PAU ya" o exigen que "los exámenes deberían ser iguales en todas las comunidades". La preocupación radica en que las diferencias entre comunidades puedan afectar las oportunidades de acceso a las carreras más demandadas.
A pesar de la indignación generalizada, algunas voces minoritarias o de expertos ofrecen una perspectiva diferente. Un profesor universitario argentino, por ejemplo, consideró que el examen "está bien" y que es "lo mínimo que deberían de saber", defendiendo que "no todo es memorizar y tips repetitivos". Otros estudiantes señalaron que, aunque largo, las preguntas en sí podían ser "fáciles" una vez se descifraba el texto.
Tal como podemos ver, la PAU de Química de Murcia de este año ha dejado una profunda huella en los estudiantes, generando un amplio debate sobre el diseño de las pruebas, la gestión del tiempo y la equidad en el sistema de acceso a la universidad.