La presencia de las especies más peligrosas al contacto humano es muy rara en las costas de la Región de Murcia
De cara a las semanas en las que la afluencia de bañistas aumenta en las costas de la Región de Murcia, la Consejería de Salud recomienda no entrar en contacto con los ejemplares que han sido arrastradas a la playa, ya que aún podrían liberar aguijones venenosos al tocarlas, y recuerda que la presencia de las especies más peligrosas al contacto humano es muy rara en nuestras costas.
En este sentido, se advierte de que las picaduras de medusa son, por lo general, molestas y algo dolorosas, pero solo graves de forma excepcional. Así, los síntomas más repetidos por este tipo de accidentes son escozor cutáneo y enrojecimiento de la zona, que puede ir acompañado de hormigueo, dolor punzante, inflamación y marcas del tentáculo del animal.
Excepcionalmente se pueden dar otros síntomas como dolor de cabeza, problemas digestivos o espasmos que incluso pueden aparecer varias horas después de la picadura.
"La gravedad de la reacción depende, entre otros factores, de la susceptibilidad individual y de la especie de la medusa", explicó el director general de Salud Pública, José Jesús Guillén. En estos casos, recordó que se debe contactar de forma inmediata con los servicios de emergencia, ya que "la picadura de medusa también puede provocar desorientación, problemas respiratorios e, incluso, cardiacos", aseguró Guillén.
En este sentido, la Consejería recuerda que en las costas de la Región de Murcia es excepcional la presencia de especies peligrosas.
Aplicar frío, pero no hielo directo
Aunque sea comúnmente recomendado aplicar agua dulce para limpiar la herida resultante del contacto con una medusa, esto es algo que se debe evitar, ya que se podrían romper las células urticantes y causar el efecto contrario. Es importante aplicar fríoen la zona afectada durante al menos 15 minutos sin aplicar el hielo directamente en la piel.
Asimismo, se recomienda limpiar la zona afectada con agua salada o suero fisiológico para aliviar los efectos de la picadura de este animal y retirar con unas pinzas los restos de tentáculos que hayan quedado adheridos a la piel.
Las medusas usan su veneno para protegerse y lo expulsan a través de aguijones microscópicos que tienen en los tentáculos.