La Comunidad Autónoma inició esta semana las obras de mejora de las variantes de Barranda, en Caravaca de la Cruz (RM-730) y de Calasparra (RM-714), en las que invertirá más de 2 millones de euros. Estas actuaciones están enmarcadas en el programa de mejora de los accesos a los destinos de interior de la estrategia regional 'Más Cerca: carreteras verdes, carreteras seguras'.

La directora general de Carreteras, María Casajús, destacó que "se trata de dos obras singulares recogidas en la programación de operaciones de conservación y explotación para garantizar el buen estado de las carreteras del Noroeste".

"Ambas son vías de primer nivel con un elevado volumen de tráfico y se actuará en un total de 13 kilómetros de carretera", explicó Casajús. En concreto, se va a reforzar el firme en todo el ancho de las calzadas para mejorar la adherencia al pavimento de los vehículos, la seguridad vial, la comodidad de los usuarios y las conexiones entre las poblaciones situadas en el Noroeste.

En la variante de Barranda se actuará entre los kilómetros 7 y 13, mientras que la de Calasparra será entre el 44 y el 51. Las obras estarán concluidas en la segunda quincena de julio, en ambos casos.

"Con estas acciones garantizamos las condiciones de vialidad, confortabilidad y seguridad de las vías regionales en esta comarca", destacó María Casajús.

Las carreteras del Noroeste abarcan 360 kilómetros correspondientes a 30 vías de la red regional que discurren por los municipios de Bullas, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Cehegín y Moratalla.