El impacto negativo que para la pesca de arrastre del Mediterráneo tienen las restricciones impuestas en los días de faena por la Unión Europea ha centrado la intervención del consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Antonio Luengo, en la reunión del grupo de trabajo de pesca de la Conferencia de Regiones Periférico Marítimas (CRPM) con miembros de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, que ha tenido lugar hoy en Bruselas.

Luengo expuso "la grave situación en que se pone a la flota pesquera de arrastre con las sucesivas ampliaciones del número de días de parada, que en solo tres años han reducido en un 30 por ciento las jornadas de faena".

El consejero explicitó que "perder un 7 por ciento de días, conforme a la solución adoptada, supondrá entre 10 y 15 jornadas menos de faena por cada barco, dependiendo de su umbral de referencia y de si se acogen a las compensaciones por incremento de selectividad o vedas espacio-temporales, durante el año 2023".

Esto significa que "un barco deberá permanecer en puerto entre 62 y 67 días sin pescar durante el próximo año, lo que se traducirá en un serio perjuicio para los pescadores, como ya habíamos anunciado en las reuniones previas celebradas para valorar el alcance de esta decisión y cada vez que expusimos nuestros planteamientos al Gobierno de España", señaló Luengo.

En junio de 2019 se adoptó un plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo occidental, que se aplica desde 2020 y que introdujo un régimen de gestión del esfuerzo pesquero para los arrastreros, con el fin de lograr una reducción global de hasta el 40 por ciento en cinco años. Esa reducción de los días de pesca se calcula respecto a las jornadas en que se salió a faenar entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2017.

"Es preciso que se establezcan mecanismos de compensación que respondan a los perjuicios económicos que sufre el sector, donde los pluses de días deben ser días extras que se otorguen al Estado miembro, independientemente de la asignación de días totales; donde se contemplen avales científicos para establecer la condicionalidad de las paradas y, especialmente, donde se creen diferentes segmentos para poner fin a la generalización de las medidas para todos los países, lo que permitiría diferencias en función del estado de las flotas y caladeros", explicó el titular de Pesca.

El consejero recordó que "estamos hablando de un sector muy castigado por el alza de los insumos y las restricciones cada vez mayores para faenar, tanto por la limitación de capturas de determinadas especies como en la de las jornadas de faena, y es precisa una mayor sensibilidad por parte de las autoridades europeas y españolas, que arbitre las medidas que permitan equilibrar la protección medioambiental con la subsistencia de un sector del que dependen muchos miles de familias".

Luengo se refirió a las medidas adoptadas al respecto en el ámbito regional. "Aportaremos este año un millón de euros para compensar a los pescadores de la Región de Murcia por los efectos negativos que conllevan las paradas temporales, además hemos planteado alternativas en los métodos de captura para evitar la reducción de días de faena propuesta por la Unión Europea, como la implantación de la red T90, que incrementa la selectividad de las capturas tras ser sometida a una rigurosa experimentación, pero el alcance del problema es mucho mayor y precisa de una reconsideración por parte de Europa".

Asimismo, y en el marco del debate sobre la futura Política Pesquera Común, el consejero ha hecho hincapié en la especificidad del sector de la pesca mediterránea y la necesidad de atender a los pescadores y a las comunidades que dependen de la pesca. "Debemos ofrecer soluciones al relevo generacional y la diversificación de actividades que contribuyen a mantener el sector".