Los sindicatos con representación en la ITSS siguen con las movilizaciones en este Organismo ante el abandono por parte del Gobierno que hace que se intensifique el conflicto.
Se han cumplido todos los plazos requeridos por los Ministerios implicados en el refuerzo de esta Institución, pero desgraciadamente, esta generosidad y holgura en el tiempo concedidos solo ha servido para aventurar los problemas existentes y hacer más compleja la solución necesaria.
Agotado el año 2022, se ha desperdiciado más del 20% del presupuesto recogido el pasado año para la Inspección de Trabajo que ha quedado sin ejecutar, obteniendo el Organismo la peor ratio de su historia en lo que a ejecución presupuestaria se refiere y desaprovechando una oportunidad singular para dotar de cuerpo las medidas comprometidas en el acuerdo de julio de 2021.
Es difícil escapara de calificar las afirmaciones recientes de la vicepresidenta Segunda del Gobierno. No cabe apuntar como responsable en exclusiva al Ministerio de Hacienda y Función Pública y desembarazarse, con semejante ligereza, de la acción del Gobierno que le toca realizar para cumplir con los compromisos de su Plan Estratégico y fortalecer el Organismo.
Aún peor es la actitud del Ministerio de Hacienda y Función Pública, que ni siquiera se siente aludido, cuando es el responsable del Bloqueo del acuerdo antes referenciado y cuando el deterioro en este Organismo roza niveles peligrosos que pueden poner en cuestión la capacidad de respuesta del mismo.
Los discursos del Gobierno profundizan en poner en valor el trabajo realizado desde la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Se anuncian y comprometen nuevas medidas y actuaciones que ineludiblemente conllevan mayor presión sobre la debilitada estructura del mismo, aumentando las cargas de trabajo y la complejidad y dificultad de la tarea. Pero simultáneamente, este Gobierno no es capaz de dar un solo paso que permita reforzar y asegurar la capacidad de la Institución a la hora de responder, con calidad, a cada uno de los retos que recaen sobre ella.
El hartazgo de la plantilla es patente. Este doble rasero entre lo que se dice y lo que se hace por parte del Gobierno, nos lleva directamente al desastre. Si lo que se pretende es dinamitar un Organismo fundamental en lo que a mercado de trabajo se refiere, en lo que afecta a construir una sociedad y unas relaciones laborales compatibles y acordes en un Estado democrático, entonces debemos afirmar que se está acertando.
Incumplir los acuerdos firmados, utilizar el silencio como elemento de desgaste, amordazar la negociación colectiva y seguir alabando los logros de la Inspección, pero obviando sus debilidades, despreciando a su plantilla a la vez que se la somete a un desgaste sin precedentes dejándola sin horizontes de solución, solo puede entenderse si el Gobierno de este país ha apostado por hacer desaparecer el Organismo por implosión acentuando su decadencia hasta que finalmente se derrumbe.
Desde la representación de la plantilla de la Inspección de Trabajo y Seguridad social no lo vamos a permitir. El próximo 25 de enero, con la convocatoria de huelga, damos un nuevo paso en la defensa del Organismo. No será el único, pero ya adelantamos que daremos cuantos sean necesarios hasta conseguir revertir la situación que se sufre en la misma.