Es necesario una revisión y mejora de los protocolos anticontaminación y el desarrollo de Zonas de Baja Emisiones (ZBE).
La consejería de Salud debe hacer estudios sobre la incidencia de estos periodos de contaminación en la salud pública.
Ecologistas en Acción se ha dirigido a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud denunciando los posibles impactos sobre la salud pública derivados del mantenimiento de episodios continuados de contaminación por PM10. En los últimos meses estamos asistiendo a intrusiones de polvo sahariano, cada vez más a menudo, con la consiguiente contaminación por partículas PM10 que se une a la contaminación de fondo ya existente. Las partículas PM10 tienen un tamaño de 10 micras y pueden llegar hasta los alveolos pulmonares.
En este contexto, hay que destacar el caso paradigmático de Lorca, durante el mes de octubre, que tuvo 11 días seguidos (17-27/10/22) de superaciones del valor límite de la normativa estatal y de la OMS con un pico de 72’94 µg/m³ (microgramos por metro cúbico) el 20 de octubre.
La estación de San Basilio en Murcia ha registrado durante siete días seguidos (29/12/22 a 04/01/23) superaciones de los valores límite de protección de la salud humana de partículas PM10, superando tanto los límites de la normativa estatal y como los de Organización Mundial de la Salud, con un pico de 82’84 µg/m³ el pasado 1 de enero.
En octubre, varias estaciones han tenido cuatro días de superaciones continuas lo que genera impactos ambientales y afecciones de la salud pública en San Basilio (Murcia), la estación de Alcantarilla, Mompeán en Cartagena y la estación del Valle de Escombreras. Estos datos se pueden consultar en: https://sinqlair.carm.es/calidadaire/redvigilancia/redvigilancia.aspx
La Sociedad de Pediatría del Sureste alerta del riesgo para la salud que supone la contaminación de Murcia. Han expresado su preocupación por los elevados niveles de contaminación en la ciudad de Murcia y el impacto que puedan tener en las visitas a urgencias y en los ingresos hospitalarios de la ciudad.
Una investigación dirigida por Juan Antonio Ortega, jefe de la Unidad de Salud Medioambiental del Servicio de Pediatría del Hospital La Arrixaca, señalaba en sus conclusiones que “la contaminación atmosférica urbana aumenta los ingresos hospitalarios en pediatría por patología aguda respiratoria, especialmente por crisis de asma y bronquiolitis. Poner en marcha medidas preventivas, ampliar las series temporales y estudios colaborativos con datos en abierto ayudarían a mejorar la salud pública y la calidad del aire en las ciudades”.
La Dirección General de Salud Pública debe elaborar un estudio sobre la asistencia a los centros de salud y urgencias hospitalarias por afecciones broncopulmonares, durante los periodos continuados de superaciones de PM 10, así como la elaboración de un informe regional sobre episodios continuados de contaminación atmosférica de partículas y otros contaminantes como el ozono troposférico y el dióxido de nitrógeno.
Hay que establecer medidas preventivas y precautorias, además de establecer pautas efectivas que protejan a la población más vulnerable ante estos episodios de contaminación atmosférica (infancia, adolescentes, personas con patologías respiratorias, personas mayores, etc.)
Las administraciones locales tienen que revisar y mejorar los protocolos anticontaminación que se usan en Murcia, Cartagena y Lorca, estableciéndose medidas preventivas y precautorias. Además deben establecerse Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en los núcleos urbanos de más de 50.000 habitantes.
Desde 2019, carecemos de un plan de calidad del aire. Es necesario un Plan Estratégico de Calidad del Aire, con alcance plurianual, con un programa específico para partículas (PM10 y PM 2.5), ozono troposférico y dióxido de nitrógeno, que aborde el problema complejo de la contaminación en la región y el deterioro de la calidad del aire.