“España no es el cortijito de la patronal” el eurodiputado Manu Pineda resume de manera contundente la situación por la que las trabajadoras y trabajadores se ven abocados a un periodo de reivindicaciones para subir los salarios y topar los beneficios extras.

Unas 50 personas acudieron a la mesa redonda ofrecida por IUVRM y Partido Comunista, en el marco de la gran manifestación sindical de mañana 3 de noviembre en Madrid para pedir mejoras de salarios y activación de las mesas de negociación de los convenios laborales. Moderada por Josetxu Durán, participaron en la Mesa: Teresa Fuentes, de CCOO; Carmen Sonia Martínez, directora del SEPE regional y Manu Pineda, eurodiputado en Bruselas.

Como introducción el Secretario político del PC, Josetxu Durán, habló de la Región de Murcia como uno de los lugares con salarios más bajos del país y con tasas de inflación más altas que la media.

Carmen Sonia desgranó los datos regionales de empleo y la necesidad de subir el salario mínimo interprofesional de nuevo, hecho que en modo alguno y según los datos del Banco de España no ha causado ninguna destrucción de empleo ni de empresas, al contrario de lo que sostiene la patronal.

Teresa Fuentes, una de las agentes encargada de la negociación del convenio laboral de la hostelería en Murcia, dibujó una patronal en rebeldía, incapaz de acceder a las mínimas mejoras de las condiciones laborales y anunció una manifestación del sector hostelero para el 11 de noviembre en Murcia. “En la Región de Murcia hay 21 mesas de negociación bloqueadas por la patronal” aseguró la sindicalista. Y llamó a las asociaciones de empresarios a volver a sentarse, para paliar las “condiciones de semi esclavitud” del campo regional.

Por su parte, Manu Pineda llamó a la manifestación de Madrid con los datos del Banco Central Europeo en la mano: “Una subida del 60% en beneficios extra de empresas como Repsol”. Recordó que hay una pauta en las últimas 2 crisis económicas y es que “La desigualdad ha aumentado: los ricos se han enriquecido y los trabajadores y trabajadoras se han empobrecido”.

Por último, hizo un repaso de la situación de la guerra de Ucrania, subrayando que la posición beligerante asumida por la Unión era “un suicidio económico” pues, en su opinión, Europa debería ser un intermediador para buscar la paz y no un actor de la guerra.

Pero donde más rotundo se mostró fue a la hora de señalar los beneficios extraordinarios de las empresas “En plena guerra, han aumentado un 86% sus beneficios”, y por ello es necesario apoyar esta manifestación de jueves 3 en Madrid, organizada por los sindicatos que tendrá ecos en otros países del continente.