El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, animó hoy a "llenar el Auditorio Víctor Villegas" de Murcia para presenciar el próximo 30 de junio el espectáculo 'Un mundo tras la danza' de la Asociación Síndrome de Down de Murcia (Assido), en el que bailan más de 170 personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual. El Palacio de San Esteban acogió hoy la presentación de esta muestra de danza, para la que todavía hay entradas disponibles en la sede de Assido, situada en la plaza Bohemia de Murcia.

"Es fundamental dar visibilidad a este tipo de iniciativas", subrayó López Miras, quien recordó que la Asamblea Regional aprobó recientemente por unanimidad una iniciativa en la que se insta a que los Conservatorios de Danza de la Región reserven plazas para personas con discapacidad. "Esto hace más corto el camino hacia la igualdad de todos los ciudadanos de la Región de Murcia y posibilitará el acceso de todos a los ciclos superiores, y supondrá una eliminación de barreras", valoró.

El espectáculo es obra de la compañía de danza integrada en Assido, Así Somos, e incluirá la participación de bailarines de todas las edades, desde niños a adultos. Dicha compañía fue fundada en 2003, y está conformada actualmente por 18 bailarines con síndrome de Down. A lo largo de su trayectoria, Así Somos ha creado siete espectáculos y ha actuado en escenarios de Glasgow, Milán, Menorca, Madrid, Sevilla, Zaragoza y Murcia.

Durante la presentación en San Esteban, bailarines de la compañía realizaron una demostración del espectáculo que podrá presenciarse el próximo 30 de junio, cuya temática es la responsabilidad de los ciudadanos para salvaguardar el planeta.

Para el jefe del Ejecutivo regional, el próximo 30 de junio el Auditorio acogerá un "gran espectáculo con artistas que nos van a deleitar expresando el arte y la sensación así como el cuidado y el respeto por el medio ambiente am través de la danza".

La danza es una de las herramientas que utilizan los profesionales de Assido para el crecimiento personal y la inclusión de sus usuarios. Así, las personas con discapacidad intelectual ven especialmente mejorada con el baile su socialización, la expresión de sus sentimientos y la coordinación de movimientos.