Oscuridad y silencio, a veces,un borroso rayo de luz, unas sombras o sonidos difíciles de describir. No, no es una película de miedo, es la situación en la que vivimos más de un centenar de murcianos cotidianamente.
El 27 de junio se celebra el Día Internacional de las Personas Sordociegas. Instaurado por la "Declaración de las necesidades básicas de las Personas Sordociegas" (Estocolmo, 1969) , como homenaje al nacimiento de Helen Keller, que fue la primera Persona Sordociega en graduarse en una Universidad.
Desde la Asociación de Personas Sordociegas de la Región de Murcia (ASOCIDE RM) os invitamos en esta fecha a que dediquéis unos minutos a conocernos, a meditar sobre nuestra discapacidad y ayudarnos a cumplir un objetivo sencillo: que podamos ejercer nuestros derechos y cumplir nuestras obligaciones como cualquier ciudadano.
La Asociación sigue con ilusión cumpliendo su principal actividad, prestar el máximo de servicios de guía-interpretación posibles, tanto a nuestros socios como a los que no lo son. Darnos a conocer es otra ocupación permanente, lo hacemos mediante charlas en centros educativos de todos los niveles, mediante la participación en los organismos e instituciones del Tercer Sector y mostrando nuestros signos identificativos como el bastón rojo y blanco.
También queremos dirigirnos a nuestros representantes políticos, para mover sus voluntades y que se ocupen de algo que ya les hemos explicado y pedido, el reconocimiento de la sordoceguera como una discapacidad única para no ser tratada como dos discapacidades distintas. Hay CC.AA que ya lo han hecho como la valenciana, además, existen normas con rango de ley que la definen e individualizan. La LEY 27/2007, de 23 de Octubre, por la que se reconocen la lengua de signos española y catalana, y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y Sordociegas. Ya en la LEY 27/2007, de 23 Octubre, aparecen definidas las personas Sordociegas como: "son aquellas personas con un deterioro combinado de la vista y el oído que dificulta su acceso a la información, a la comunicación y a la movilidad. Esta discapacidad afecta gravemente las habilidades necesarias para una vida mínimamente autónoma, requiere, servicios especializados, personal específicamente formado para su atención y métodos especiales de comunicación".