A pesar de este pequeño "alivio", los precios de productos y bienes básicos para las familias, como son la electricidad, los carburantes o los alimentos, siguen presentando tasas de crecimiento interanual muy elevadas que están perjudicando gravemente su poder de compra, más aún en un contexto de bloqueo de los convenios que UGT exige revertir.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa interanual de este indicador en la Región de Murcia, hasta el 8,2%, cifra 1,8 puntos inferior a la registrada en marzo y una décima inferior a la estatal.

En términos interanuales, solo descienden los precios en Comunicaciones (-0,1%) y Vestido y calzado (-0,1%), produciéndose, por el contrario, incrementos muy significativos en productos esenciales de la cesta de la compra como Vivienda (16,8%), -por la elevación de los precios de la electricidad-, Transporte (14,5%) -por la de los precios de carburantes y lubricantes- y Alimentos y bebidas no alcohólicas (10,7%), donde la mayoría de los productos dentro de este grupo experimentan subidas generalizadas.

Respecto al mes pasado, el IPC disminuyó en la Región una décima, siendo significativos los descensos de Vivienda (-8,4%) y Transporte (-5,3%) y los aumentos en Vestido y Calzado (7,3%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,7%)

Para UGT, en estos datos se aprecia el pequeño "alivio" que para los precios energéticos han supuesto las últimas medidas impulsadas por el Gobierno, si bien es cierto que siguen muy elevados en comparación con el año anterior y que productos esenciales, incluidos en el grupo relativo a Alimentos y bebidas no alcohólicas, parecen estar tomando el relevo en esta escalada inflacionista que perjudica muy gravemente a las familias trabajadoras

La inflación subyacente (que no tiene en cuenta los productos más volátiles energéticos y alimentos no elaborados-), se ha elevado hasta el 4,4% en la Región, igual valor registrado a nivel estatal pero el más alto de los últimos veinte años, lo que demuestra, tal y como veníamos advirtiendo, que finalmente el problema de la formación de precios en el sistema energético ha terminado creando un problema estructural, que se ha extendido al resto de bienes y productos.

Nuestro Sindicato está, consecuentemente, muy concernido por las estimaciones que aseguran que estos niveles de inflación se mantendrán en el tiempo como consecuencia de la guerra en Ucrania y el empeoramiento de la situación pandémica en China. Ello nos lleva a exigir medidas más eficaces y ambiciosas para repartir adecuadamente el coste de la inflación, que no puede recaer, como hasta ahora, únicamente en los salarios.

Conviene recordar que el incremento salarial medio pactado en convenio, en la Región, apenas ha llegado al 2,26% en abril, casi 6 puntos por debajo de la inflación registrada ese mismo mes y que las cláusulas de revisión salarial apenas cubren al 16% de las y los trabajadores. Todo ello, unido al bloqueo que experimenta la negociación colectiva en sectores tan importantes como el comercio, la hostelería, el transporte o el agrícola, empeora gravemente la situación de pérdida de poder adquisitivo en la que se encuentran las y los trabajadores de la Región.

En este sentido, y a pesar de la interrupción de las negociaciones para un nuevo Acuerdo Interconfederal, UGT va a seguir reclamando avanzar en lograr alcanzar un acuerdo con las organizaciones empresariales y, en todo caso, peleará en cada sector y en cada empresa una política salarial que actualice y garantice el poder adquisitivo de las retribuciones, de forma justa, responsable y coherente con el contexto actual.