Electricidad, Carburantes y Alimentos impulsan la inflación.
Excluyendo los bienes más volátiles, la tendencia reciente también ha sido alcista.
La inflación de la Región de Murcia repuntó en noviembre, profundizando en su tendencia alcista de meses atrás. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) registró una subida del 5,3% en términos anuales –dos décimas más que la mensualidad anterior, y cuatro puntos y nueve décimas superior al dato de inicio de año- frente al aumento del 5,5% de media nacional.
Como en meses anteriores, las principales presiones alcistas provinieron principalmente de dos grupos. El primero, gastos asociados a Vivienda, con un encarecimiento anual del +15,9% (cifra elevada, pero algo más contenida que el +19,6% de octubre) muy influido por la evolución del coste de electricidad, gas y otros combustibles domésticos (+41,7%). El segundo, Transporte, que repuntó un 15,5% anual (1,1 puntos más que un mes antes), afectado por Carburantes y combustibles (+31,9%). A ellos se une el reciente ascenso de Alimentos y bebidas no alcohólicas hasta el 3,0% (1,9 puntos más que en octubre). En los grupos restantes, los valores oscilan entre un mínimo del -0,6% en Medicina, y un máximo del +3,0% en Ocio y cultura.
De hecho, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente se cifró en el 1,6% - cercana al 1,7% nacional pero tres puntos y siete décimas inferior a la inflación general- con una clara tendencia alcista a lo largo de la anualidad consecuencia de la translación del aumento de los precios energéticos a otros grupos.
En definitiva, la inflación murciana profundiza en su tendencia alcista, pues el nivel alcanzado en noviembre (5,3%) es el mayor de la serie histórica homogénea iniciada en 2002. Aunque dicha presión se explica principalmente por el componente energético -que alcanza sus encarecimientos más elevados de prácticamente las dos últimas décadas-, comienza a apreciarse una traslación a otros grupos. De la duración del shock energético y de su repercusión al resto de bienes dependerá la tendencia a medio plazo de la inflación, cuya situación óptima implicaría un retorno al objetivo del Banco Central Europeo, establecido recientemente en tasas cercanas al 2%.