El próximo 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, declarado por la ONU para honrar a todos los trabajadores humanitarios y los profesionales de la salud que continúan, a pesar de las dificultades, prestando asistencia y protección a millones de personas.
Según la Asamblea de Naciones Unidas, este año, la celebración se produce cuando el mundo se encuentra aún luchando contra la pandemia COVID-19. Los trabajadores humanitarios están superando obstáculos de acceso sin precedentes para ayudar a las personas en crisis humanitarias en 54 países, así como en otros 9 países que han sido catapultados a la necesidad humanitaria por la pandemia.
Efectivamente, la situación actual nos ha desbordado a todos. Sentimos la necesidad de ayudar, pero muchos nos preguntamos cómo y a quién: ¿Estamos donando con la cabeza o con el corazón? ¿Es posible donar con ambos? ¿Cómo sé que mi donación llega y que se utiliza de la mejor forma posible? ¿Cómo puedo seleccionar el proyecto al que ayudar? ¿Qué criterios debo o puedo seguir para elegir a quién ayudar y que mi aportación consiga el máximo beneficio posible? ¿Se puede infrautilizar el dinero que donamos? ¿El altruismo es siempre efectivo?
Ayuda Efectiva, fundación que selecciona y financia programas humanitarios, nos da las 3 claves para conseguir ayudar al máximo número de personas con nuestras donaciones:
Dona con el corazón, pero también con la cabeza
En general donamos solo con el corazón, cuando deberíamos donar también con la cabeza. La empatía nos lleva a actuar, pero si queremos que nuestro esfuerzo sirva realmente debemos complementar la empatía con la racionalidad.
Las emergencias como la de la COVID-19 suelen ser un gran movilizador para la puesta en marcha de iniciativas solidarias muy meritorias. Sin embargo, puede ser incluso más importante ser generosos cuando no hay una emergencia. Esto es así por varios motivos. En primer lugar, los problemas más estables atraen menos la atención: no ocupan las noticias y, en consecuencia, están muy desatendidos (incluso aunque tengan efectos más devastadores que los de una emergencia). En segundo lugar, es muy importante invertir en prevenir los problemas, y no solo volcarnos en la reacción cuando el problema ya está aquí.
Selecciona el proyecto al que ayudar
A menudo donamos sin ni siquiera plantearnos cuál sería el mejor destino de esa donación. Es importante entender que no todos los proyectos son iguales: según a qué destinemos nuestra donación, podríamos estar ayudando cien veces más o cien veces menos. La ayuda efectiva parte de una priorización de los problemas: nuestro impacto será mayor si elegimos problemas grandes, solucionables y desatendidos. Una vez priorizados los problemas, necesitamos elegir las mejores formas de solucionarlos: las intervenciones con una mejor relación coste-efectividad. Además, necesitamos identificar a las mejores organizaciones que estén trabajando en esas intervenciones: las organizaciones deben ser transparentes, eficientes y capaces de utilizar más fondos.
Asegúrate de que el dinero consigue resultados
Por desgracia, hay muchísimos casos de infrautilización. En España pensamos mucho en la corrupción y nos preocupa "que el dinero llegue". Sin embargo, no es suficiente: hace falta que el dinero se destine a proyectos que realmente consigan los resultados que buscamos, y aquí es donde las cosas se tuercen. Hay muchos ejemplos de cómo el dinero puede no obtener resultados. En la India, por ejemplo, ha habido muchos problemas de absentismo de profesores. De poco sirve invertir en escuelas y formación de profesores si esos profesores después no están en la clase. No debemos olvidar que, en educación, por ejemplo, el verdadero objetivo es que los alumnos aprendan.
Sobre Fundación Ayuda Efectiva
Inspirada por un movimiento global conocido como altruismo eficaz y con el apoyo de un primer grupo de donantes, la fundación Ayuda Efectiva nace con la misión de crear en España una cultura de filantropía efectiva, en la que se prioricen las iniciativas que maximicen nuestro impacto positivo en el mundo.
Ayuda Efectiva selecciona algunos de los proyectos más efectivos a nivel global, apoyándose en la investigación de organizaciones internacionales como GiveWell y Open Philanthropy, en base a tres criterios: que afecten a un número importante de personas, que sean solucionables aportando más recursos y que estén relativamente desatendidos.
El primer problema prioritario en el que está trabajando Ayuda Efectiva es la salud en los países más pobres. A través de su Fondo Salud Global, financia programas que tratan tres problemas importantes: la malaria, los gusanos parásitos y la deficiencia de vitamina A.