Tras los sucesos ocurridos en los municipios de Mazarrón y Cartagena, en los que un ciudadano fue asesinado por “moro” y una mujer fue atacada con arma blanca por “inmigrante” exigimos que las autoridades tomen acciones en materia de prevención y tomen responsabilidades para erradicar esta oleada de ataques racistas, xenófobos e islamófobos
Desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes queremos expresar nuestra profunda condena y repulsa ante los ataques y el incremento de la violencia hacia las personas migrantes que se está produciendo en los últimos días en distintos puntos de Murcia, a la vista de los hechos acontecidos el pasado domingo y este miércoles. Unos sucesos que, en menos de una semana, ya se han saldado con la vida de un joven de 37 años llamado Younes Bilal en Mazarrón y la agresión con arma blanca a una mujer en la región de Cartagena. Un crimen y una agresión racista que es consecuencia directa de la propagación de los discursos de odio hacia las personas migrantes, concretamente hacia personas de origen marroquí y confesión musulmana. Hay que detener estos discursos porque están teniendo consecuencias fatales.
En el caso de Younes Bilal, quien llevaba residiendo en Mazarrón desde hacía más de 20 años, fue asesinado a tiros a manos de un exmilitar de 52 años. El autor del crimen había manifestado: “No quiero moros en el local”. No fue una discusión lo que terminó con la vida del joven marroquí. Tampoco fue un caso aislado. Fue consecuencia del caldo de cultivo de odio que se ha gestado los últimos años con el auge de los discursos extremistas de racismo, xenofobia, islamofobia y discriminación. Unos discursos que pretenden dinamitar la convivencia con un claro interés y que tienen su repercusión en la percepción hacia las personas migradas.
Desde la Asociación Marroquí nos llama la atención y nos indigna que este crimen no haya aparecido en portadas o recibido el tratamiento que merece por su gravedad. Se trata de un asesinato hacia una persona con motivo de su origen. Llegados a este punto, cabe preguntar: ¿acaso no es este un claro ejemplo de acto terrorista? Un crimen que se producía a base de disparos, pero que ha sido fomentado por factores políticos y mediáticos, y exige una condena social unánime. Y, sin embargo, todavía no ha sido condenado por los partidos de la extrema derecha de la región.
Estos discursos de incitación a la violencia están dejando a las personas migrantes en una posición de mayor vulnerabilidad al convertirse en el objeto de odio de aquellas personas a quienes estos mensajes terminan calando, hasta el punto de que derechos fundamentales como la vida o la integridad física están viéndose vulnerados con terribles consecuencias. Lo vimos también con el suceso ocurrido ayer en Cartagena, a plena luz del día, cuando una mujer acuchilló a otra al grito de “los inmigrantes nos quitan la comida”.
Tenemos claro que estos hechos no son casuales ni tampoco aislados. Y por eso exigimos que las autoridades emprendan acciones de forma urgente encaminadas a detener esta oleada de ataques, trabajando en la prevención del odio y apostando por aplicar medidas que fomenten la convivencia, el respeto y la tolerancia.
Desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes no solo condenamos el racismo que está incrementando de forma preocupante en la sociedad, sino también exigimos que se persigan las fuentes del odio, presentes en muchas ocasiones en algunos mensajes políticos, fomentados y difundidos por grupos que se dedican a sembrar el odio. Condenamos, asimismo, la deshumanización y el desasosiego al que muchas personas inmigrantes están sometidas y la invisibilización de las movilizaciones y denuncias producidas a raíz de estos hechos.