Una forma fácil y divertida de darle otro uso a este material de envasado con tantas vidas como posibilidades antes de reciclarlo

Nos acompañan en los momentos más cruciales y dirigen mucho más que nuestros primeros pasos, enseñándonos a diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Cuando crecemos, como consejeras incondicionales, se convierten en nuestras mejores guías. Así son las madres, esenciales en cada etapa de nuestra vida, al igual que lo es el vidrio, presente en momentos únicos, desde el tarro del primer potito, al botellín de cerveza para celebrar un nuevo éxito con los compañeros de trabajo o la botella de cava descorchada para brindar en la boda.

Con el mes de mayo a la vuelta de la esquina, ha llegado el momento de rendir a las madres un pequeño homenaje, y Friends of Glass, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, propone elegir vidrio y para hacer un regalo inigualable por el Día de la Madre. Al elegir productos envasados en vidrio a la hora de realizar la compra, como pueden ser botellas de refresco o vino, tarros de mermelada o conservas, no solo haces una elección sostenible al optar por un envase natural, puro y 100% reciclable infinitas veces, sino que además podrás darle una segunda vida al envase tras el consumo del producto para crear un detalle especial, respetuoso con el medio ambiente y que no se encuentra en ninguna tienda.

Así, a través de cualquiera de los regalos que se proponen, estarás reforzando la sostenibilidad tan propia de la naturaleza de los envases de vidrio. Además, tras su uso, podrás llevar el envase a reciclar y contribuir nuevamente con la protección de nuestro planeta, ya que con el simple gesto de llevar 10 botellas de vidrio al contenedor verde se consigue un ahorro de energía suficiente para cargar 300 veces un smartphone, y se evitan las emisiones de CO2 equivalentes a 15 km de trayecto en coche.

Con botellas de vino o agua

Mensaje en una botella

Primero debemos coger un trozo de papel que emplearemos como pergamino y una botella de vino previamente vaciada. Sobre el papel podremos escribir una carta a nuestra madre llena de deseos y palabras de agradecimiento, y tras rellenar la botella con sales de baño aromáticas de distintos colores, incluimos el mensaje correctamente enrollado y atado con una cuerda o cinta. Si queremos, podemos añadir también unas flores secas para darle un bonito toque decorativo.

Botellófono de vidrio

Si tu madre es una amante de la música, con unas cuantas botellas de vidrio, un poco de cuerda y un lugar para colgarlas con seguridad tendrás el detalle sonoro perfecto. Necesitarás tantos recipientes como el número de notas musicales que quieras incluir. Por ejemplo, para conseguir las notas de la escala de do, utiliza 7 botellas vacías con forma cilíndrica, sin relieves y de grosor regular. Rellénalas de forma distinta y recuerda que a mayor cantidad de agua, más grave. Tras llenarlas con las diferentes medidas, átalas fuertemente y cuélgalas de una superficie como puede ser un poste de metal o una viga de madera y diviértete probando los distintos sonidos.

Con tarros de mermelada

Macetero colgante para las flores

Necesitaremos una cuerda o cordón de macramé y un tarro de mermelada vacío y limpio. Introducimos algunas piedrecitas sobre la base del tarro y, a continuación, colocamos en el interior una planta de pequeño tamaño como puede ser un cactus o algún helecho. Atamos la cuerda debidamente al cuello del tarro evitando que pueda escurrirse, ¡y ya está listo para colgar!

Con tarros de conservas

Portavelas decorativo

Coloca unas cuantas piedras pequeñas de distintos tamaños y colores sobre la base de un tarro vacío de conservas o mermelada. Después, introduce una vela de tu elección sobre la capa de piedras y rodea el borde superior del tarro con un lazo. Puedes enganchar purpurina en el tarro para que la luz a través del cristal genere un dibujo o estampado original. Enciende la vela y listo.

Tarro dulce

Este detalle requiere también poner en práctica nuestras dotes culinarias. Elegimos su postre favorito (tarta de queso, dulce de leche, frutos del bosque) y lo único que deberemos hacer es rellenar un tarro grande de conservas ya vacío y limpio.

Por ejemplo, si te decantas por el dulce de leche:

• Monta una crema de queso batida en manga pastelera con nata, queso crema, azúcar y esencia de vainilla
• Machaca 3 ó 4 galletas
• Prepara un bol con dulce de leche
• Vierte parte de las galletas en la base, añade la crema de queso y corona con un poco de dulce de leche
• Repite el proceso varias veces hasta llenar el tarro