En la primera mitad de 2020, más de 168.000 mujeres fueron madres en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Durante todo 2019, nacieron unos 361.000 bebés, una cifra un poco más baja que en años anteriores. Por ejemplo, en 2016 hubo más de 410.500 nacimientos.
El nacimiento de un bebé supone el inicio de una nueva etapa en la vida de sus padres. Y, por supuesto, también supone el fin del embarazo, unos meses de profundos cambios físicos para la madre. Durante la gestación, se producen alteraciones en el sistema endocrino, el metabolismo, el sistema inmunitario, los vasos sanguíneos... Y muchas de esas alteraciones se reflejan también en la piel de las embarazadas.
Los expertos de Nivea explican que una de las consecuencias más conocidas del embarazo son las estrías. Pero no son las únicas. También pueden aparecer algunas molestias en la piel debidas a los cambios hormonales y el aumento de volumen. Estos son algunas de ellas:
Picores
Según datos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), entre 2 y 20 de cada 100 mujeres embarazadas sufren picores durante la gestación. Por lo general, se trata de un picor en las zonas del cuerpo que más se tensan, como el abdomen y la parte alta de las caderas. En verano, pueden ser especialmente molestos.
Hay varios motivos por los que pueden aparecer picores. Se pueden deber a algún tipo de dermatitis, a la diabetes gestacional o a un problema en el hígado, como la colestasis interhepática. En concreto, esta dolencia es una alteración del hígado y la bilis que se produce en el 70 % de los embarazos durante el tercer trimestre. Aparece por el aumento de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) que intervienen en la secreción de la bilis. Puede producir un picor intenso, especialmente por la noche.
Si los picores son muy constantes, conviene acudir al ginecólogo, para descartar que sean un síntoma de un problema más severo.
Erupciones polimorfas
Suelen aparecer en madres primerizas durante el tercer trimestre y son una especie de bultos rojizos que producen mucho picor. Se sitúan normalmente en el inicio del abdomen y pueden salir también en los glúteos, las piernas, los brazos y la cara. Duran unas 6 semanas y pueden reaparecer después de dar a luz. Sin embargo, no suelen salir en embarazos posteriores, ni suponen un riesgo para la madre o el niño.
Estrías
Hasta 8 de cada 10 embarazadas pueden tener estrías a partir del tercer trimestre. Son líneas parecidas a cicatrices; cuando son recientes, tienen un color rosado violáceo, pero se vuelven blancas con el paso del tiempo. Se forman como consecuencia del aumento del volumen corporal. En ese caso, suelen aparecer en la parte baja del abdomen, las caderas, el ombligo, las axilas o el pecho.
Otras alteraciones
Durante el embarazo pueden ocurrir otros cambios en la piel relacionados con la pigmentación. Por ejemplo, el melasma, que implica cambios en la distribución de la melanina en nuestra piel, con lo que aparecen manchas de color marrón en zonas expuestas a la luz solar. Se debe a una hiperproducción desordenada de melanina por parte de los melanocitos, las células que producen este pigmento natural de nuestra piel. Según datos de la SEGO, el 75 % de las mujeres lo sufren durante la segunda mitad del embarazo.
Otra alteración también relacionada con la pigmentación es la cutis marmorata. Consiste en la aparición de zonas azuladas o moteadas, normalmente en las extremidades inferiores. Se produce por exposición al frío y suele desaparecer en el posparto.
Cómo cuidar la piel en el embarazo
Los expertos de NIVEA han recopilado algunos sencillos consejos para proteger la piel de estas alteraciones propias del embarazo o, si ya han aparecido, para que sean menos molestas:
1. Llevar una alimentación sana
El organismo necesita una mayor cantidad de vitaminas y minerales, por lo que hay que consumir más frutas y hortalizas. También es recomendable tomar pescado 3 o 4 veces a la semana, para obtener ácidos grasos omega-3. Como último consejo: reducir la sal y la toma de alimentos fritos, muy grasos o con mucho azúcar.
2. Usar cremas muy hidratantes o aceites
Mantener la hidratación es indispensable para evitar posibles molestias. Es importante no limitarse a cuidar solo la zona del vientre, sino también los brazos, las piernas, el pecho... Durante los meses de gestación, la piel de todo el cuerpo necesitará estar flexible y sana. Y fundamental aplicar protección solar con factores altos o muy altos, para evitar las señales que dejan los rayos UV del sol en una piel especialmente sensible durante esta etapa, por los citados factores hormonales.
3. Tomar mucha agua
La cantidad recomendada es 2,3 litros aproximadamente (entre 8 y 10 vasos). No obstante, los alimentos también aportan agua, por lo que no siempre hará falta beber toda esa cantidad.
4. Utilizar remedios caseros
Hay ciertos alimentos e ingredientes naturales muy beneficiosos para la piel. Se pueden utilizar para complementar la labor de cremas y lociones hidratantes. Una mascarilla casera que incluya aloe vera, camomila, caléndula o avena puede ayudar a calmar los picores. Por su parte, el aceite de oliva, la clara de huevo o el zumo de limón pueden ayudar a atenuar las estrías.
5. Evitar rascarse
Hay que intentar aguantar los picores para no agravar la irritación. A veces ayuda presionar sobre la zona con picor en lugar de rascarse. También las cremas hidratantes y con algunos agentes calmantes de origen natural como el mentol, el aloe vera o la camomila pueden ayudar.
6. Llevar ropa cómoda
Es preferible escoger ropa ancha, que permita la transpiración y no provoque roces. Las prendas de algodón no se adhieren a la piel, y son mejor toleradas por las pieles sensibles que otros textiles con lycra o fibras sintéticas, por lo que son una de las mejores opciones.
7. Evitar el calor excesivo o zonas con mucha humedad
Durante la gestación, es recomendable evitar los baños o las duchas muy calientes para no resecar la piel en exceso. A su vez, la humedad eleva el riesgo de erupciones y otras irritaciones, sobre todo en pieles sensibles.
8. Hacer exfoliaciones periódicas
Una o dos veces a la semana es recomendable exfoliar suavemente todo el cuerpo. Este paso favorece la regeneración celular, lo que ayudará a que las estrías se atenúen.
9. Cuidado con las pieles sensibles
Hay que elegir geles o jabones suaves y con un pH adecuado, así como evitar los detergentes o suavizantes para la ropa muy agresivos que puedan crear más picores.