Los hábitos, el estado global del paciente y la coexistencia de dos o más enfermedades afectan a su nivel de fragilidad
Llevar una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, no fumar o hacer deporte pueden ayudar a alargar la esperanza de vida
Según el último censo poblacional de España, los grupos de edad más avanzada, superiores a 75 u 80 años, han aumentado notablemente. Actualmente, y de modo creciente, la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en nuestro país son a la población geriátrica, lo que genera la mayor parte de la mortalidad y morbilidad hospitalarias.
Sin embargo, la edad por sí sola no es el único factor determinante de riesgo a la hora de someterse a una intervención quirúrgica, sino que la coexistencia de varias enfermedades, los hábitos y el estado global funcional que el paciente presenta afectan a su nivel de fragilidad.
Por esta razón, la Sección de Calidad, Seguridad y Gestión de la Asociación Española de Cirujanos (AEC) ha desarrollado una nueva monografía sobre el "Manejo del paciente quirúrgico de edad avanzada", que aborda y trata con gran rigor científico todos los aspectos relacionados con la evaluación y proceso asistencial del paciente anciano y frágil, tanto en la cirugía electiva como urgente, y pone en evidencia la necesidad del abordaje multidisciplinar en equipo para mejorar los resultados.
Según el Dr. Manuel Romero, uno de los coordinadores de esta monografía, "es evidente que en los últimos años la cirugía en población de edad avanzada se ha desarrollado exponencialmente gracias a una mejora en las diferentes técnicas quirúrgicas y anestésicas, pero sobre todo gracias a un mejor conocimiento del proceso de envejecimiento, lo que ha permitido conseguir resultados similares en pacientes de edad avanzada a los obtenidos en grupos de pacientes más jóvenes".
Desde el punto de vista quirúrgico, según comenta el Dr. David Parés, otro de los coordinadores de la monografía, "para disminuir el riesgo de este tipo de pacientes hay que evaluarlos en su totalidad, tanto físicamentecomo socialmente, realizar una preparación adecuada de la cirugía con programas pre-habilitación para mejorar el estado general del paciente con recomendaciones y programas de ejercicio adaptados al mismo y que el paciente sea manejado por un grupo multidisciplinar en el que co-trabajen cirujanos, anestesiólogos, geriatras y otros especialistas como por ejemplo trabajadores sociales".
La Asociación Española de Cirujanos establece en esta nueva monografía una serie de recomendaciones para evitar que un paciente sea frágil a una edad más temprana: evitar el sobrepeso, llevar una dieta equilibrada, no fumar y hacer deporte, entre otros.