La Consejería de Educación y Cultura celebró en la tarde de ayer la primera prueba selectiva desde que hace un año comenzó la pandemia del Covid. Se trata de las oposiciones al Cuerpo de Inspección de Educación, a las que se presentaron 62 personas para tres plazas, lo que implica un 6 por ciento de la plantilla actual de inspectores. En las pruebas se pusieron en marcha medidas de protección sanitarias que también se aplicarán en junio en las oposiciones al Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, donde se reunirán miles de aspirantes.
La Consejería ha diseñado y previsto todas las pautas pertinentes para que tanto el proceso selectivo de ayer como el que se desarrollará dentro de tres meses cuenten con la máxima seguridad sanitaria.
El protocolo incluyó la dotación de equipos de protección personales para los miembros del tribunal, el establecimiento de entradas y salidas escalonadas y de señalética e itinerarios diferenciados para el acceso y salida a la sede. También se tomó la temperatura antes de la entrada y se contó con el apoyo de personal sanitario para la realización de test de antígenos, además de disponer de una sala Covid.
Además, se mantuvieron las medidas generales de protección frente a la pandemia, como el uso de mascarillas, geles y distancia de seguridad, además de presentar una declaración responsable de no encontrarse en cuarentena ni con síntomas compatibles con el Covid.
En el caso de las oposiciones de Secundaria, el protocolo prevé otras medidas específicas, articuladas sobre tres premisas: la municipalización del proceso, que permitirá ampliar el número de sedes con el fin de evitar aglomeraciones; el incremento de los centros educativos, priorizando como sedes los institutos de Educación Secundaria que, por sus características propias, cuentan con diferentes puertas de acceso señalizadas que permiten realizar una entrada escalonada, con itinerarios de entrada y salida diferenciados, respetando los límites máximos de aforos en las aulas; y una ratio máxima de 50 opositores por tribunal. Para cumplirla, la Consejería movilizará al profesorado necesario, reduciendo no sólo el volumen de personas que se relacionarán con cada tribunal, sino también los plazos de corrección de los ejercicios.