Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son una de las enfermedades de origen laboral más comunes que afectan a millones de trabajadores en toda Europa y cuestan a los empresarios miles de millones de euros, según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
Se trata de alteraciones de las estructuras corporales, músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, nervios, huesos y el sistema circulatorio, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo y los efectos del entorno en el que éste se desarrolla.
Entre los distintos factores que desencadenan estos trastornos destacan los movimientos repetidos, las posturas forzadas o la manipulación manual de cargas, por ejemplo levantar mercancías o trabajar colocándolas, empujándolas, transportándolas o desplazándolas. A estas dificultades se suman las características propias de la carga, que puede ser animada (persona o animal) o inanimada (objetos).
De ahí, la importancia de estas guías, ya que las pautas que ofrecen sirven para sensibilizar tanto a empresarios como a trabajadores sobre la importancia de dotar de herramientas para una adecuada detección de los síntomas precoces de los mismos. También, para analizar su representatividad en los distintos sectores y, por último para fomentar el desarrollo de hábitos saludables y buenas prácticas que eviten su aparición y favorezcan su tratamiento.
El porcentaje de trabajadores en la Unión Europea que transportan o desplazan cargas pesadas es muy elevado, en torno al 38 %. Se trata de una tarea habitual en muchos sectores de actividad: agrario, sanitario, construcción, industria y servicios.
Aproximadamente tres de cada cinco trabajadores en la Unión Europea han manifestado haber sufrido TME. Los más comunes son dolor de espalda y dolores musculares en extremidades superiores.
A sus consecuencias para la salud, tanto física como mental, de quien los padece, se suma su considerable impacto socioeconómico por los costes que llevan asociados, y que repercuten tanto en el trabajador, como en las empresas y en la sociedad. Se trata de costes directos (gastos médicos o indemnizaciones) como indirectos (pérdidas de producción, costes de reemplazo o absentismo).
Todas las guías de buenas prácticas que publica Fraternidad-Muprespa Para acceder a ellas es necesario ser mutualista y acceder de forma online al AulaPrevención desde el portalPreviene.