La consejera Ana Martínez Vidal destaca el control sobre más de 600.000 productos de protección contra la COVID

La Consejería de Empresa, Industria y Portavocía, a través de la Dirección General de Consumo y Artesanía, inspeccionó en 2020 el doble de productos que el año anterior, alcanzando casi el millón de productos controlados, según se desprende del informe preliminar del Plan de Inspección de Consumo del pasado año.

En concreto, en 2020 se controlaron 959.880 productos frente a los 456.978 de 2019. La consejera Ana Martínez Vidal subrayó "el importante esfuerzo que han realizado los inspectores de consumo en un año especialmente difícil, en el que era necesario extremar las medidas para asegurar los controles de calidad y seguridad".

Precisamente, 625.396 del total de bienes inspeccionados fueron productos de protección contra la COVID, como mascarillas y productos desinfectantes e higienizantes "que se han incorporado a nuestra vida diaria y, por tanto, los ciudadanos deben tener la seguridad, como con el resto de bienes de consumo, de que están usando productos debidamente fabricados, conforme a la normativa que le es de aplicación, que son seguros y que su uso no presenta riesgo para la salud".

Se reducen las reclamaciones

Ana Martínez avanzó que en breve se dispondrá de la Memoria de Actividades 2020 completa "lo que nos permitirá conocer con total transparencia y detalle los datos precisos del Plan de Inspección". No obstante, del avance de datos destaca que se han reducido a la mitad los expedientes iniciados por denuncias y reclamaciones, pasando de 987 en 2019 a 478 en 2020. Esta reducción vendría motivada por la menor actividad comercial registrada a consecuencia de la COVID.

En este sentido, como consecuencia de la intervención de la Inspección de Consumo en actuaciones de tramitación e investigación de las denuncias recibidas de consumidores que habían visto vulnerados sus derechos e intereses económicos, en 2020 se ha conseguido que las empresas denunciadas devolviesen a los consumidores 67.012 euros, además de adecuar las actuaciones empresariales a la normativa vigente.

Del mismo modo, se han reducido los expedientes derivados de las alertas emitidas por la red del Instituto Nacional de Consumo (INC), que han pasado de 94 a 62 en 2020.

Sin embargo, los expedientes que tuvieron su origen en la actividad inspectora programada dentro de la campaña de la Dirección General de Consumo y Artesanía se han mantenido en un número similar, pasando de 779 en 2019 a 773 en 2020.

Para la consejera Ana Martínez, "es importante este dato porque pone de manifiesto el interés que durante todo el pasado año mantuvimos desde la Consejería para que en un período tan complicado, a consecuencia de la pandemia, no se vieran menoscabados los derechos de los consumidores y todos los bienes, productos y servicios a los que tienen acceso cumplieran con la normativa vigente".

Un centenar de inspecciones COVID

Por otra parte, se realizaron casi un centenar de inspecciones para verificar el cumplimiento de las medidas de protección frente a la COVID, tanto en establecimientos de alimentación, como en el sector servicios. Asimismo, se realizaron 5.102 controles de precios 'on line' de alimentos y productos básicos. También se verificó la calidad de 271.575 kilos de cítricos.