La Asociación de Consumidores y Usuarios en Red, CONSUMUR, ante las últimas medidas impuestas por el Gobierno regional para hacer frente a la pandemia de la COVID-19, no entiende que las restricciones, en aquellos municipios con un nivel de alerta extremo, no afecten por igual a los sectores de la hostelería y restauración, donde sólo se permite el servicio de comida para llevar, que a los salones de juego y casas de apuestas, donde, aunque está prohibido el servicio de restauración, sí pueden continuar abiertos, aún con una limitación del 30% de aforo y el uso obligatorio de la mascarilla.
Fuentes del Gobierno argumentaban esta decisión en que el riesgo se encuentra al interaccionar y quitar y poner continuamente la mascarilla, equiparando la actividad de los salones de juego a la de comercios o incluso el cine y, por tanto, con un menor riesgos que los bares y restaurantes.
La organización se muestra contraria a este argumento, según un comunicado remitido a Murcia .com, por entender que el tiempo de media en el que un ciudadano permanece en un salón de juegos es considerablemente mayor al de cualquier comercio, la interacción social se puede producir igualmente y, sin embargo, las medidas de distanciamiento social son más difíciles de mantener que, en el cine, por ejemplo.
El pasado sábado se conocía la noticia del cierre de una casa de apuestas en Lorca, por incumplir las medidas sanitarias vigentes, infracciones entre las que destacan el no informar sobre el aforo permitido y el prestar servicio de restauración.
Para la organización no es un caso puntual. La labor de inspección es muy limitada en la Región, lo que permite tanto a estos establecimientos como a otros, relajarse en el cumplimiento estricto de las medidas impuestas, como puede ser, que los clientes mantengan la mascarilla adecuadamente colocada durante el tiempo de estancia en el local, o que mantengan la distancia social.
Igualmente, CONSUMUR teme que el cierre de la hostelería provoque una mayor demanda de este tipo de establecimientos. En este sentido, no hay que olvidar que la Región de Murcia tiene la tasa más alta del país. Por cada 4.263 habitantes, hay una casa de apuestas.