Salud

Las temperaturas bajo cero afectan directamente a nuestro descanso

Cómo dormir bien durante la ola de frío

La temperatura óptima para conciliar el sueño y descansar adecuadamente se sitúa en torno a los 20 grados. Tanto por encima como por debajo de esta cifra, nuestra calidad del sueño empeora.

Según la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada LOMONACO, dormir con la temperatura adecuada, permite conseguir un descanso más profundo y tener menos despertares.

El esperado 2021 ha dado comienzo con una ola de frío histórica que ha dejado a la mayor parte del país con temperaturas heladas, alcanzando niveles bajo cero de récord y por con ello numerosas comunidades en alerta.

Entre otros aspectos en los que estas temperaturas tan bajas pueden afectar a la salud, es en nuestro descanso. La calidad del sueño está relacionada con la temperatura de nuestra habitación. Por lo tanto, el frío puede empeorar significativamente al buen descanso a lo largo de la noche. La temperatura idónea se sitúa entre los 20 y los 23 grados, y es aquí donde la latencia del sueño (periodo de tiempo desde que comienza el sueño, hasta la aparición del primer sueño REM) es menor que en situaciones de mayor o menor temperatura. Como explica el Doctor Alejandro Guillén-Riquelme, investigador de la Cátedra del sueño UGR LOMONACO "con una temperatura óptima el número de despertares y, por ello, la proporción del sueño en fases más profundas del mismo (fases de onda lenta) es mayor. Esto hace que el descanso sea mejor".

En plena ola de frío, LOMONACO reúne los mejores consejos para conseguir la correcta higiene del sueño pese a las bajas temperaturas:

Controla la temperatura de la habitación. La temperatura recomendada, en el momento de entrar al cuarto para dormir, debe estar comprendida entre los 20 y los 22 grados. Debemos ser previsores y ajustar nuestra calefacción para que, llegado el momento, podamos entrar en la habitación con la temperatura perfecta.

Disfruta de un baño y una bebida caliente (sin cafeína). Un paso que siempre se agradece, y más aún en estos días marcados por el frío, es tomar un baño o una ducha caliente, unas horas antes de acostarnos. Esto nos permitirá, por un lado, relajarnos tras todo un día de actividades y por otro, recuperar o mantener alta la temperatura corporal.

Elegir bien el colchón. Es fundamental contar con un buen equipo de descanso que nos permita mantener la temperatura perfecta para dormir. La tecnología aplicada a los colchones LOMONACO ayuda a que la temperatura durante el descanso sea la óptima, proporcionando el mejor descanso con la mayor comodidad y con el añadido de gestionar adecuadamente el ansiado confort térmico durante el sueño.

La ropa de cama, en capas. En los meses de frio contar con ropa de abrigo que permita una regulación adecuada de la temperatura en el interior de la cama puede convertirse en uno de nuestros mayores aliados. Determinados materiales pueden proporcionar una elevada sensación de calor que normalmente solventamos destapando alguna extremidad, solución que en poco tiempo supondrá un "efecto frío" no muy agradable. Con el frío, estas sensaciones pueden resultar muy molestas y provocar los temidos despertares. El Edredón Nórdico LOMONACO, con su sistema Air Confort, aprovecha los movimientos naturales del cuerpo mientras dormimos para expulsar cualquier exceso de temperatura permitiendo el descanso con una temperatura perfecta.

Nada de frío en los pies. Un eterno debate de cada invierno, ¿dormir con o sin calcetines? Ya seas de los que prefiere dormir con ellos o de los que no los soporta en la cama, lo importante es mantener los pies a una temperatura estable. Como expertos sabemos que, si los pies están calientes, el calor se expande al resto de nuestro cuerpo. Así que lo mejor es optar por métodos que nos permitan mantener la temperatura en nuestros pies, especialmente a la hora de acostarnos, ya sea con calcetines u otras soluciones como bolsas de agua caliente. 

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