Desde que inició la pandemia, la Región de Murcia tuvo su pico más alto de contagios este jueves 7 de enero. Sin embargo, más de 30.000 alumnos de la Universidad de Murcia tuvieron que comenzar la convocatoria de enero de forma presencial tan solo 1 día después.
Los y las estudiantes de la Universidad de Murcia han iniciado una campaña en redes sociales denunciando la nefasta gestión del rectorado y pidiendo soluciones ante la decisión de realizar los exámenes presencialmente. Con el hashtag #NoOsImportamosUM, mostraron su preocupación ante el peligro de contagio en esta situación extraordinaria.
El malestar de los estudiantes se acentúa aún más cuando ese mismo día conocieron que el Equipo COVID de la UM recomendaba en noviembre, con unas cifras mucho menores que las actuales, que los exámenes se hicieran de forma telemática.
Ante esta situación, el rector de la UM dio una paupérrima rueda de prensa en la que decía estar "sorprendidísimo" por estas reacciones ya que, cuando salió la convocatoria, no hubo quejas. Los estudiantes señalan que la convocatoria salió hace semanas y que era responsabilidad de la UM tener en cuenta la evolución de la pandemia en la Región tras las fiestas navideñas.
Con la convocatoria ya empezada, hemos podido ver cómo ha habido aglomeraciones en pasillos y clases y cómo los estudiantes deben usar un transporte público con las frecuencias y aforo reducidas a la mitad. Además, después de que los alumnos hayan dado clase de forma semipresencial durante todo el cuatrimestre, ahora las UMU les obliga a realizar los exámenes con unas ratios mucho más altas.
Desde Izquierda Unida apoyamos las reivindicaciones de los estudiantes y pedimos a la Universidad de Murcia su rectificación y el aplazamiento de la convocatoria para realizarla online con el fin de no comprometer la salud de sus alumnos y trabajadores. En caso contrario, instamos a la UM a habilitar más aulas para reducir las ratios y, a su vez, al Gobierno Regional y al Ayuntamiento de Murcia a que pongan en pleno funcionamiento el servicio de autobús y readmitan a la plantilla que se encuentra actualmente en el ERTE.
La negligencia de la institución universitaria pone en peligro directa o indirectamente a miles de personas y la situación sanitaria de nuestra Región.