El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza de la Región Murciana, STERM Intersindical, considera que la Resolución de la Consejería de Educación por la que se dictan instrucciones en relación con la actividad educativa en escenarios de no presencialidad es una nueva falta de respeto al conjunto del profesorado y un ataque a la calidad de la enseñanza que recibe el alumnado.
Para el sindicato, estas instrucciones son una muestra más del nulo entendimiento entre la Consejería de Educación y el profesorado. Educación apuesta por imponer unos criterios que no solo ponen en riesgo la salud del profesorado y del personal no docente que acude a los centros educativos en zonas donde se ha producido un confinamiento debido a las altas tasas de contagio, sino que además ataca directamente la calidad de la enseñanza al obligar al profesorado a acudir a unos centros educativos que, en términos generales, no han sido adaptados a las necesidades de la educación no presencial debido a la falta de ordenadores, a la antigüedad o al estado de deterioro de los mismos o a los continuos problemas de conexión a la red. La propia Consejería reconoció el pasado viernes en Mesa Sectorial que hasta dentro de varias semanas los centros no van a recibir las cámaras web y pantallas que necesitan los docentes para poder retransmitir las clases desde las instalaciones escolares, por lo que con esta medida están condenando a los estudiantes que estén en sus casas a no poder recibir ningún tipo de formación telemática, pues será materialmente imposible poder impartirla desde los centros a los que los docentes están obligados a acudir.
José Manuel Fernández, co-portavoz de STERM Intersindical, ha insistido en que "se trata de un capítulo más dentro de la marcha errática y autoritaria de la Consejera. El profesorado, a lo largo de los últimos meses, ha demostrado un gran nivel de profesionalidad, un compromiso intachable con la Escuela Pública para garantizar la continuidad de la actividad educativa. Sin embargo, esta Consejería lejos de poner los medios tecnológicos, los recursos materiales y el profesorado necesario para reforzar los servicios educativos los obliga a acudir a unas aulas que están muy lejos de reunir las condiciones idóneas para una enseñanza no presencial. Es una tomadura de pelo y una auténtica falta de respeto no solo para un colectivo que está trabajando incansablemente para que el alumnado continúe estudiando y aprendiendo en estas difíciles circunstancias, sino también para todo ese alumnado confinado que está viendo maltrecho su derecho a la educación".
Para STERM Intersindical, la decisión de la Consejería de Educación es irracional y está injustificada. Fernández insiste en que "no hay motivos para querer controlar y fiscalizar al profesorado en los centros educativos ni a amenazar al conjunto de docentes con la apertura de acciones disciplinarias cuando el nivel de compromiso y responsabilidad de este colectivo ha sido sobradamente demostrado. Es una decisión errónea y, sobre todo, una decisión que dificulta la atención educativa del alumnado por lo que instamos a la Consejería de Educación a que, atendiendo a las demandas del profesorado, modifique estas instrucciones cuanto antes y se dedique a poner los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar una adecuada enseñanza tanto en un escenario presencial como no presencial".