Queda una semana para que comience el curso escolar, siempre y cuando la Consejera de Educación de la Región de Murcia y su equipo de trabajo no estimen oportuno pedir una nueva prórroga, como si de una competición deportiva se tratara.
Pero lo más sorprendente, si cabe, es que, pasados 6 meses del inicio del confinamiento en nuestra Comunidad, los responsables del equipo de gobierno regional en materia educativa siguen como pollo sin cabeza, dando tumbos de un lado a otro, sin saber cómo afrontar la crisis que se avecina en el sistema educativo propiciada por el covid-19.
180 días con sus 180 noches no han sido suficientes para presentar una propuesta firme, que contentara a todas las partes implicadas. Eso sí, religiosamente, cada uno de ellos a final de mes ha seguido percibiendo su nómina íntegra, aunque a ciencia cierta y si se tuviera que realizar una evaluación del desempeño o valoración de resultados, en una empresa privada serían despedidos por su nefasta gestión uno a uno y en fila india.
La casi totalidad de la comunidad educativa llora lágrimas de sangre de pensar que deben volver a sus aulas, con unas medidas sanitarias y preventivas que dejan bastante que desear.
Pero aquí, en la tierra de nunca jamás, la señora consejera, con tono amenazante, sigue con su cantinela culpando al Gobierno central y diciendo que no invierte ni un euro más en propuestas de mejora ante tan caótica situación.
Las familias, como siempre, serán las más perjudicadas, volviendo a tener que invertir tiempo y dinero para poder conciliar la educación de sus hijos con su vida laboral, aunque muchas ya no tendrán ese problema, pues han pasado a formar parte de la lista de demandantes de empleo, que crece como la espuma de nuestro vapuleado Mar Menor.
Torres más altas han caído, señora, cuando uno no sabe lo que tiene entre las manos, tiembla, duda y al final se le resbala y se le rompe, y le recuerdo que el que avisa no es traidor.
Su partido la obliga a realizar ciertas maniobras orquestales en la oscuridad de su gestión y tarde o temprano todo sale a relucir, por lo que debería andarse con cuidado porque la sociedad que ya está muy crispada, puede aliarse en su contra. Aprenda a ser un poquito más empática, aunque quizás esa palabra no forme parte de su vocabulario, a la vista está que no parece saber cuál es su significado.