ANSE instala refugios de nidificación para abejas silvestres e introducirán especies atractivas que aporten fuentes de alimento, para contribuir a frenar el alarmante descenso de estas especies
Los polinizadores tienen un papel fundamental en el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. A nivel global, se estima que más de un 80% de las plantas que producen flores son polinizadas por estos insectos.
Además, centenares de cultivos (manzanas, cerezas, almendras, fresas, melones, tomates, calabacines, girasoles, por citar algunos de los más habituales) también dependen de la polinización por abejas y otros insectos, cuyas poblaciones están descendiendo de manera alarmante.
Por eso, Aguas de Murcia y ANSE colaboran en el fomento y la conservación de polinizadores. En concreto, se han colocado más de 30 refugios repartidos por las zonas verdes de las instalaciones, destinados a ofrecer zonas de reproducción adicionales a las abejas solitarias. Junto a la instalación de estos “hoteles de insectos”, está previsto garantizar su alimento mediante la plantación de especies vegetales, principalmente autóctonas, con floración escalonada. Además, AGUAS DE MURCIA ha incluido otras medidas de fomento de la biodiversidad propuestas por ANSE para la gestión de las zonas verdes de sus plantas de tratamiento, tales como limitación de uso de herbicidas o selección de plantas autóctonas atractivas.
Las medidas pretenden contribuir a paliar la grave crisis en la que se encuentran los polinizadores como consecuencia del uso de pesticidas, los cambios de uso del suelo, la introducción de enfermedades y el cambio climático. También conviene recordar que está aceptado científicamente que las zonas urbanizadas de diversos países actúan en muchos casos, como reservas para los polinizadores, presentando una mayor diversidad que las áreas agrícolas o las reservas naturales próximas. Este hecho probablemente se debe a la amplia diversidad de especies y a los dilatados periodos de floración que se encuentran en las zonas verdes, junto con la limitación de tratamientos.
Precisamente, la ejecución de jardines para polinizadores (“garden pollinator”) es una tendencia en el mundo anglosajón; en EEUU existe una campaña para alcanzar el millón de jardines[i] destinados a la conservación de estas especies. En este sentido, durante el confinamiento y coincidiendo con el día mundial de las abejas, ANSE lanzó una campaña para promover la adopción de medidas para la conservación de los polinizadores en jardines privados[ii] y está desarrollando una iniciativa similar en los jardines públicos de Cartagena[iii].
La polinización es un servicio ecosistémico (proceso natural del que las poblaciones humanas obtenemos beneficio, incluido el económico) que resulta imprescindible para la conservación de la biodiversidad, el funcionamiento de los ecosistemas y la producción agrícola. En el Sureste Ibérico, las abejas constituyen el grupo más abundante de polinizadores (más del 80 %). Si bien, la mayor parte de las personas asocian el término “abeja” a la abeja doméstica (Apis mellifera), existe un elevado número de especies silvestres (no domesticadas), en muchos casos, solitarias: tan sólo en España hay registradas más de 1.000 especies de abejas.
Las actuaciones se desarrollan en el marco del convenio de colaboración que ambas organizaciones tienen suscrito con objeto de alcanzar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y en la iniciativa “Corredores agrícolas para la adaptación al cambio climático de poblaciones de polinizadores” que cuenta con al apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y con la supervisión científica del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (IMIDA).