Comienza este martes 7 de julio en el Museo Arqueológico de Cartagena el ciclo "Médicos de Película". Un ciclo que el Ayuntamiento de Cartagena ha preparado para las noches de los martes en el estío cartagenero, dentro de la programación "Cartagena es Cultura". El ciclo comienza con la proyección de la película francesa Hipócrates, a las 21:45 horas, y previa reserva de invitación.
Hipócrates gira alrededor de los médicos de un hospital y tiene como fondo el dolor de los enfermos. Habla de las decisiones que esos médicos toman para evitar el sufrimiento de sus pacientes, para paliarlo al menos. De la angustia de desconectar una máquina porque no hay nada que hacer; del drama de un diagnóstico equivocado, de la desidia que fomenta la crisis del sistema sanitario. Esa crisis que hace que nada funcione como debería funcionar, empezando por algunos profesionales. Pocos, es verdad. Porque Hipócrates habla, sobre todo, de la entrega sin descanso de muchos de ellos.
Hipócrates, pues, se centra en lo mismo que tantas otras películas y series de médicos y hospitales. Pero su valor, la singularidad que hace del filme del director francés Thomas Lilti algo especial, es que no recurre a la épica de las batas blancas. Tampoco al melodrama fácil. Y se queda tan lejos de la fatuidad como del otro extremo: la condena total.
Porque Hipócrates habla desde el conocimiento -Lilti es médico- de todo eso que llamamos sanidad pública. De las decisiones que se deben tomar y de los conflictos que giran a su alrededor. Así consigue llegar un poco más allá: a la convivencia chirriante de unos y otros, dentro del sistema, con el dolor de los demás.
Cuenta el filme la historia de Benjamín (Vincent Lacoste) un joven que empieza como residente en el hospital que dirige su padre, algo importante. Como es importante el encuentro con un colega que llega de Argelia, papel interpretado por Reda Kateb que le valió el César a mejor actor secundario por su brillante interpretación de Abdel.