Eduardo Baamonde ha clausurado a mediodía de hoy la asamblea general ordinaria de Cajamar, en la que ha sido reelegido presidente para un nuevo mandato de cuatro años, defendiendo el desempeño y visión de futuro del modelo de banca cooperativa que la entidad lidera desde hace cuatro décadas en nuestro país: "No podemos perder de vista que el negocio bancario se basa en la confianza, y la confianza solo se gana con el tiempo, la constancia y la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace".
En el transcurso de su intervención ha valorado la situación del sector financiero español: "somos conscientes de que se aproximan momentos complicados que probablemente darán lugar a nuevos reajustes en el sector bancario, pero quiero decirles que, en lo que a nosotros respecta, continuaremos con nuestra estrategia de crecimiento, a nuestro ritmo, con las puertas abiertas para seguir avanzando en nuestro proyecto de banca cooperativa de ámbito estatal, sumando fuerzas, pero sin desviarnos de nuestro camino, de nuestra hoja de ruta, y sin renunciar a la esencia de lo que siempre hemos sido".
El presidente de Cajamar ha recordado el trabajo realizado por sus directivos y equipos profesionales en los diez últimos años, que además de superar los efectos de la crisis de 2008, "nos va a permitir afrontar ahora con total seguridad un eventual repunte de la morosidad consecuencia de la desaceleración provocada por el coronavirus". Asimismo, ha destacado el proceso de crecimiento y diversificación que en los últimos cuatro años ha llevado a "extender la presencia de la entidad a seis nuevas provincias, ampliar la cartera de clientes y ganar músculo financiero siendo una entidad próxima, y sobre todo una entidad útil, con una visión a largo plazo, totalmente comprometida con nuestros clientes y el desarrollo económico y social del territorio donde estamos implantados".
En su discurso ante la asamblea general, Eduardo Baamonde se ha referido también a la crisis sanitaria originada por el coronavirus: "La sociedad española ha demostrado una gran capacidad de reacción y una solidaridad que ha hecho que nos sintamos orgullosos del país en el que vivimos. Al tiempo que las empresas están hoy mejor preparadas que en el pasado, menos apalancadas financieramente, más internacionalizadas y más profesionalizadas que hace diez años. Y si bien es cierto que sectores y actividades como el turismo, la hostelería y los pequeños negocios son los que están sufriendo en mayor medida el impacto de la crisis sanitaria, también lo es que, con las medidas de liquidez adoptadas por la UE y por el Gobierno, y la respuesta de las entidades financieras, deberían mantener la capacidad productiva una vez superadas las limitaciones inherentes al estado de alarma".
Una lección para el futuro
El presidente de Cajamar ha advertido que, como en toda crisis, ciudadanos, empresas y responsables públicos hemos aprendido lecciones que nos deben servir para contemplar el presente de otra forma y encarar el futuro con ilusión y con una mayor responsabilidad colectiva. "Una de ellas es la necesidad de reforzar el tejido productivo español y comunitario. Está claro que debemos valorar la importancia de producir bienes y servicios básicos, como lo han sido los alimentos y la financiación, y como debieron haber sido también los productos sanitarios y la investigación".
Para Baamonde es momento de reflexionar sobre la necesidad de contar con políticas europeas que reduzcan la dependencia exterior de bienes y servicios considerados estratégicos. "Vivimos con una economía y en una sociedad interdependiente, en consecuencia, vulnerable, por lo que debemos aprovechar esta crisis sanitaria para tomar medidas y valorar lo verdaderamente importante, que dábamos por sentado que teníamos garantizado de forma permanente, y que hemos comprobado que se puede llegar a perder en cuestión de días si no contamos con las estrategias adecuadas".
La sociedad está exigiendo a los gobiernos y a las instituciones soluciones a corto plazo, "pero también necesitamos estrategias a largo que superen la resolución de problemas coyunturales", ha puntualizado. Por ello, ha llamado a invertir en salud, en el cuidado de nuestros mayores, en una economía productiva y sostenible, basada en el conocimiento. "Europa debe recuperar el liderazgo internacional en materia de investigación, sobre todo si quiere seguir manteniendo el modelo de economía del bienestar. Debe saber el lugar que quiere ocupar en el mundo. Desconozco si tiene que haber una o varias velocidades en la construcción europea, pero lo que no me cabe la menor duda es que la Unión Europea no puede permanecer parada, observando los cambios que lideran otros".
"Estamos en un mercado globalizado, con clientes que nos exigen continuidad y eficiencia, que solo seremos capaces de ofrecer si contamos con políticas que vayan más allá de una legislatura y, por tanto, que precisan de acuerdos en el seno de las instituciones nacionales y comunitarias. De nada nos sirven los exabruptos y descalificaciones, queremos respuestas y certidumbres que nos permitan dar viabilidad a nuestros proyectos que, por definición, están enfocados al futuro: agua, energía, educación, I+D+i, infraestructuras de comunicación, digitales y analógicas, y, sobre todo, certidumbre", ha subrayado.
Los 180 delegados asistentes a la Asamblea General de Cajamar, celebrada a mediodía de hoy simultáneamente en diez sedes distintas conectadas telemáticamente, ha dado su aprobación al informe de gestión y cuentas anuales individuales correspondientes al ejercicio 2019 presentado por el director general de la entidad, Francisco González, y ha elegido al nuevo Consejo Rector de la entidad, cuyo mandato abarcará los próximos cuatro años.