Con motivo de la celebración el próximo 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, la Red Estatal de Mujeres Salud Mental España lanza un manifiesto en el que plantea una serie de reivindicaciones con las que exigen el respeto de sus derechos fundamentales, constante y reiteradamente vulnerados en numerosos ámbitos de la vida cotidiana.
Las barreras de acceso a la justicia en igualdad de condiciones, así como a los servicios de protección frente a la violencia machista y a los mecanismos de reagrupación y acogida, o la necesidad de una educación no sexista y la preservación de los derechos fundamentales y la autonomía, son algunas de las denuncias y reivindicaciones que se plantean en el manifiesto, firmado y respaldado por las 25 mujeres que integran la Red, y que representan a las entidades que forman parte de la Confederación Salud Mental España.
Estas demandas son los ejes en torno a los cuales se desarrolla la campaña #MujeresRedSaludMental, que se lanzará el próximo día 8 de marzo en redes sociales, para visibilizar mediante varias ilustraciones y animaciones la situación y las reivindicaciones de las mujeres con problemas de salud mental, e intentar llegar al mayor número de personas posible y, sobre todo, a la población más joven.
En este mismo documento, la Red enfatiza y recuerda: “Las desigualdades estructurales basadas en el género provocan que ser mujer sea un factor de riesgo para tener un problema de salud mental. Así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando señala que el género afecta de manera fundamental a la salud mental. De hecho, las mujeres tenemos 3 veces más riesgo de desarrollar depresión, el problema de salud mental más frecuente y que será la principal causa de discapacidad en el mundo”.
María Dolores Miñano es, en representación de la Federación Salud Mental Región de Murcia, integrante de la Red Estatal de Mujeres Salud Mental España: “Todas y cada una de las personas de la Red estamos en un programa de sensibilización y erradicación del estigma que hay hoy en día en nuestra sociedad y hogares. Reivindicamos becas para una educación no sexista y para la igualdad, el empleo en los servicios públicos de la Salud Mental y la implantación de una Renta Básica Universal que garantice una vida digna”.
El doble estigma
Desde la Red denuncian, además, el doble estigma al que se ven sometidas las mujeres con problemas de salud mental, por su “condición de mujeres y nuestro estado de salud mental”. En este sentido, explican cómo los prejuicios construidos en torno a los trastornos mentales hacen que la sociedad las considere “como seres asexuados o hipersexuales, se nos considera menores de edad, no aptas para ser madres, incapaces de mantener una relación de pareja, de recibir una educación o de sostener argumentos veraces”, recoge el manifiesto.
El riesgo que tiene una mujer con problemas de salud mental de sufrir violencia en la pareja se multiplica entre 2 y 4 veces respecto a las mujeres en general. La evidencia está en que el 80% de las mujeres con problemas de salud mental que vive en pareja ha sufrido algún tipo de violencia, por parte de dicha pareja, más de la mitad ha sufrido violencia física, y más del 40% ha sido víctima de violencia sexual a lo largo de su vida. Concretamente, la infancia es la etapa más vulnerable. En esta etapa de la vida, el porcentaje de abuso sexual en niñas es muy elevado, ya que alcanza al 26%.
Cuando se dan estas violencias, el 42% reconoce no identificarlas como tales y, a quienes sí las reconocen y las denuncian, no se les da credibilidad debido a su trastorno mental.
Red Estatal de Mujeres Salud Mental España
La Red Estatal de Mujeres Salud Mental España surgió como plataforma de actuación de las mujeres con experiencia propia en salud mental, para expresar sus reivindicaciones y trabajar por ellas. Está integrada por 25 mujeres, representantes de las entidades de todos los territorios pertenecientes al movimiento asociativo de la Confederación Salud Mental España. La Red nació a mediados de 2018 después de varios talleres y un intenso trabajo de recopilación, puesta en común y consenso en torno a la información, las experiencias y las necesidades compartidas por todas las participantes.
Reconocen en este espacio un lugar seguro, de respeto y sensibilidad, en el que sus integrantes tienen la oportunidad de compartir experiencias personales y sentirse comprendidas y apoyadas.