Los productores con explotaciones de olivar en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Región de Murcia y Comunidad Valenciana tienen hasta el 30 de junio para asegurar su cosecha frente al riesgo de pedrisco mediante la contratación del módulo P.
En los últimos años, nuestro país está experimentando condiciones climáticas intensas y cambiantes que tienen una repercusión directa en las cosechas. En 2018, la siniestralidad del olivar se situó en casi 6,7 millones de euros, causada, sobre todo, por el riesgo de pedrisco. Andalucía acumuló el 65% del total de siniestralidad, seguida de Extremadura (10%) y Castilla-La Mancha (8%).
Este contexto de incertidumbre pone de manifiesto la importancia de contar con un seguro agrario, y los agricultores son cada vez más conscientes de la necesidad de incluirlo como parte de su política de gestión de riesgos.
En el ejercicio anterior, se suscribieron a nivel nacional cerca de 7.000 pólizas del seguro de olivar, que dieron cobertura a una superficie de más de 124.000 ha y a una producción superior a los 560 millones de kilos.