La mayor destrucción de empleo asalariado, temporal y a tiempo parcial que se registra este trimestre, concentrada, además, en la industria y entre las trabajadoras, pone de manifiesto la vulnerabilidad de un mercado de trabajo como el regional, estacional, precario y especialmente cruento con los colectivos más vulnerables.
Nuestra tasa de paro se reduce 0,71 puntos porcentuales, hasta situarse en el 15,12%, pero lo hace influenciada por descenso del número de activos en 8.000 personas (-un 1,11%), ya que la ocupación disminuye igualmente; concretamente, en 1700 personas (-0,28%).
Este descenso de la ocupación es, a su vez, atribuible en exclusiva a la población asalariada, que disminuye en 12.700 personas, mientras que los trabajadores por cuenta propia aumentan en 11.000 personas.
El único sector que destruye empleo en este trimestre es la Industria, que pierde 4.900 ocupados (-5,54%) y la Construcción el que crea empleo con más vigor (2.800 ocupados más, un 7,27%)
Nuestra tasa de temporalidad disminuye 0,6 puntos porcentuales, hasta el 31,7%, acusando la mayor destrucción de empleo asalariado temporal que se registra (-4,13%)
Por sexos, son las mujeres las que asumen la pérdida de empleo de este trimestre, registrándose 3.900 ocupadas menos mientras y 2.200 ocupados más. Igualmente son ellas las que registran un descenso más acusado de su tasa de actividad, lo que influye, a su vez en un mejor comportamiento del desempleo en este colectivo (la tasa de paro femenina, aunque siendo más de 8 puntos superior a la masculina, desciende este trimestre 0,88 puntos frente a los 0,46 puntos que desciende la de los hombres.
Respecto a la media nacional, la Región de Murcia sigue presentando rasgos de mayor precariedad, con una tasa de temporalidad casi seis puntos superior a la media y unos niveles de paro también comparativamente superiores, aún por resolver.
Ante estos datos, correspondientes al I Trimestre de 2019, hechos públicos hoy por el INE a través de la EPA, UGT hace la siguiente valoración:
En este trimestre son las mujeres asalariadas, con contratos precarios, las que se han visto principalmente castigadas por la destrucción de empleo, reduciendo, además, su disposición a permanecer en el mercado de trabajo y reduciéndose, en consecuencia, sus tasas de actividad y paro. Por el contrario, el empleo masculino, el empleo autónomo y el sector de la construcción, ha registrado incrementos significativos.
Con carácter general, los primeros trimestres del año, sobre todo en un mercado de trabajo tan sensible a la estacionalidad y precariedad como el nuestro, traen consigo destrucción de empleo. Sin embargo, y aunque el fin de la campaña navideña y el retraso de la Semana Santa hasta el mes de abril, han influido en el descenso del empleo asalariado en el sector Servicios, éste lo ha compensado con un incremento del empleo autónomo, cosa que no ha ocurrido en la Industria, la más damnificada por la pérdida de puestos de trabajo (4900 ocupados menos, de los que 4700 eran asalariados)
Por otro lado, aunque los datos respecto al año pasado son significativamente mucho más positivos, al registrarse 26.900 ocupaciones más, respecto al primer trimestre de 2018, un 5,16% en términos relativos, conviene advertir que provienen en más de un 53% del empleo por cuenta propia y que la precariedad avanza más deprisa: el empleo a tiempo parcial y temporal crece a mayor ritmo que el empleo a tiempo completo y el indefinido.
UGT por ello sigue exigiendo la derogación de la reforma laboral y medidas para luchar contra la precariedad y la desigualdad en nuestro mercado de trabajo, así como un proyecto de país y de región que priorice un crecimiento sobre bases más solidas y justas, que promueva la generación de empleo cualificado, estable y de calidad. Quienes asuman el Gobierno del país y de la Comunidad tras las próximas citas electorales tienen la responsabilidad de hacerlo posible. La Unión General de Trabajadores, así se lo va a exigir.