Metro Madrid, una empresa pública que opera en las líneas de metro, siendo la propietaria la Comunidad de Madrid. En el año 2017 según informes, superó la barrera de los 6000 millones de viajeros por primera vez desde el año 2012. A día de hoy Metro Madrid es el medio más utilizado de todos los madrileños.

Hace una días una persona fue grabada en un vagón de metro en Madrid, afilando un cuchillo jamonero, cual chef en su mejor restaurante, en presencia de diez viajeros abordo. Según los responsables del suburbano aseguraron: "que en ningún momento se vivió pánico en las instalaciones" además de recalcar que: "el presupuesto en seguridad se incrementó en un 20 por ciento respecto al anterior contrato" . 

Se les olvidó decir que ese incremento lo llevaron a cabo en seguridad pasiva, hecho que está bien, pero que en personal lo justito, de hecho alguna patrulla que otra de seguridad, han sido retiradas del recinto para custodiar unos trenes antiguos por el aniversario de metro.

Es preocupante observar como un servicio público tan importante quiere dejar ver con sus argumentos que lo sucedido no tiene importancia y más grave aún que, tanto la Comunidad de Madrid propietaria del servicio, como su Consejo de Administración que es el máximo órgano que gestiona Metro, se lo tomen a la ligera en su intento de tomar el pelo a sus usuarios.

Es lamentable que la Comunidad de Madrid no tome cartas en el asunto respecto a un tema tan importante como es la seguridad de todos los usuarios de este servicio y que a día de hoy, con los atentados terroristas sufridos recientemente y los del pasado, no se les encienda una bombillita que pueda iluminarlos. Con la delincuencia que vive nuestro país, es muy grave y patético que se esté escatimando en un tema tan serio como es la seguridad tanto del personal como la de todos y cada uno que, acuden a diario para utilizar este servicio, así como colocar un detector de metales para hacer que la labor del personal de seguridad sea mucho más eficaz. 

Como usuario me preocupa bastante ver que las administraciones no prestan la atención suficiente que los ciudadanos se merecen, porque parece ser que es mucho más importante y relevante para éstas el cobro de un billete, ya que han instalado tornos para controlar que nadie pase sin pagar antes. 

En este país parece ser que, no se aprende de errores y que la memoria con hechos acaecidos hace un tiempo es fugaz. Rápidamente se olvidan las lágrimas derramadas. Este país no debería bajar la guardia. Ni creer o pensar que alguien que sube a un vagón, saca un cuchillo inocentemente como si de otro objeto se tratase, si no es para llamar la atención (como ha ocurrido) o para hacer daño. No podemos consentir que alguien lleve consigo un cuchillo en un transporte público y que se pasee sin que nadie haga algo para que esto no vuelva a ocurrir. 

José Antonio Carbonell