La talla de Nuestra Señora de la Encarnación, patrona de la pedanía murciana de Churra, ha regresado hoy a su parroquia tras la restauración a la que ha sido sometida en el Centro de Restauración de la Región de Murcia, espacio dependiente de la Consejería de Turismo y Cultura. En mayo de 2018, la imagen sufrió diferentes daños en el asalto a la iglesia, durante el que se robaron las joyas de la patrona, recuperadas poco tiempo después.
Se trata de una talla de madera policromada realizada hacia mediados del siglo XX por el escultor José Sánchez Lozano. Una imagen de vestir que en su día fue transformada, incorporándole una estructura de madera que ha sustituido a las devanaderas. Cuerpo, brazos y zona inferior (falda) lucen una policromía en azul celeste cubierta de roleos carnosos de tonalidades doradas, a la manera de vestido. Sobre este se adereza con romas como el delantal o mandil, cuerpo ajustado y mangas.
El director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca, asistió a la entrega de la talla tras su paso por el Centro de Restauración de la Región de Murcia, "un centro de referencia nacional dotado con la mejor tecnología en el que trabajan grandes expertos en imaginería y donde se ha devuelto a esta hermosa talla de Sánchez Lozano todo su esplendor". Respecto a la imagen, Lorca destacó, "además de su valor artístico, el gran valor sentimental que posee para los vecinos de Churra, al tratarse de su patrona y, además, por el hecho de haberse visto envuelta en un acto tan censurable como fue el robo de sus joyas a mediados del pasado año".
Intervención
Durante las pruebas realizadas en el centro regional, en concreto mediante el estudio de la fluorescencia ultravioleta de la superficie, se constató la presencia de repintes en el rostro y las manos de la Virgen que fueron aplicados durante una desafortunada intervención realizada en 2007, que alteró parcialmente el diseño original de Sánchez Lozano.
Respecto a la intervención realizada durante aproximadamente tres meses, el responsable de Bienes Culturales explicó que, "no solo se ha centrado en los daños ocasionados durante el robo (fractura del dedo corazón de la mano izquierda, golpes y arañazos), ya que se han tratado también otros daños previamente existentes, como los creados por los alfileres en la vestimenta y otros pequeños golpes y desprendimientos, además de someterla a una intensa limpieza".
En líneas generales, el proceso realizado ha consistido en una limpieza de la capa de suciedad generalizada del estrato pictórico de la cabeza y las manos, en la adhesión del dedo fracturado, el estucado de lagunas y una reintegración cromática diferenciada. Finalmente se ha aplicado a la talla un barnizado protección con el objetivo de garantizar su conversación en las mejores condiciones.
La limpieza físico-química ha sido uno de los procesos de mayor complejidad técnica. Las limpiezas sobre estratos polícromos de la segunda mitad del siglo XX siempre son complejos, y más aún en ente caso, en el que finalmente se ha tenido que mantener, dada su amplitud y el estado de conservación del estrato original, la policromía aplicada durante la anterior intervención.