Los jóvenes menores de 25 años siguen siendo el grupo de edad que más dificultades tiene para acceder a una vivienda en España, teniendo en cuenta la evolución al alza de los precios y la limitada capacidad adquisitiva de este colectivo. Según el portal inmobiliario Pisos.com, los inquilinos más jóvenes destinan a la vivienda un 8% más que el año pasado, de forma que invierten cerca del 61% de su sueldo en el pago de una hipoteca que, de media, alcanza 563 euros, y un 93% en el caso del alquiler, que se ha incrementado hasta una media de 859 euros mensuales. Estos datos chocan con la recomendación oficial del Banco de España de destinar, como máximo, un 35% de los ingresos mensuales a la vivienda.
En función del género, las diferencias se acentúan y la brecha salarial se hace más evidente. Las mujeres menores de 25 años son las que más destinan a la vivienda, hasta el punto de que, en la mayoría de los casos, su salario no es suficiente para afrontar la renta mensual (109%) o tienen que invertir más del 71% para hacer frente a la hipoteca. Por su parte, los hombres más jóvenes dedican el 83% y 55%, respectivamente. En el caso de las mujeres de entre 25 y 34 años, la renta mensual representa el 63% de sus ingresos y la cuota hipotecaria, el 41%, mientras que los hombres que pertenecen a este grupo de edad invierten cerca del 53% en la hipoteca y el 35%, en el alquiler.
Por comunidades, los propietarios de Baleares, Madrid y Cataluña son los que tienen más complicaciones, ya que la cuota hipotecaria mensual alcanza los 856, 799 y 670 euros, respectivamente. Respecto a la cada vez más complicada situación de los jóvenes frente a la vivienda, Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, admite que “el retraso en la emancipación de este colectivo limita la formación de nuevos hogares”. El portavoz del portal inmobiliario comenta que “la escalada de precios, tanto en venta como en alquiler, no se corresponde con los salarios que perciben los jóvenes. Hablamos de unos ingresos alejados de la realidad del mercado de la vivienda porque, no solo no les permiten ahorrar, sino que además no son estables, debido a la extensión de los contratos temporales dentro de esta franja de edad”. El experto añade que "esta descompensación provoca que la compra de primera vivienda esté prácticamente vetada a los jóvenes, dejándoles como alternativa una oferta de alquiler presionada por factores que también elevan al alza las mensualidades de arrendamiento”.
El alquiler compartido aparece como recurso ante la incapacidad para comprar o alquilar en solitario. Según el último informe de pisos compartidos realizado por pisos.com4, el precio de una habitación ha caído un 2,3% en el último año, lo que facilita la emancipación de este colectivo. En esta línea, Barcelona (430 €/mes) y Madrid (385,37 €/mes) son las ciudades más caras, pero a su vez, las que concentran el 32,18% de la oferta, mientras que Zamora (152,23 €/mes) y Cáceres (152,30 €/mes), las más baratas.